EDIZIONES, 22 May.
Seguro que has visto cientos de documentales en la televisión o en internet sobre focas y leones marinos o incluso también has visto el clásico espectáculo en un zoo de la foca haciendo malabarismos o saludando con sus aletas. En ambos casos nos presentan a estos animales como unos seres juguetones e inofensivos para el ser humano, que incluso pueden llegar a ser cariñosos.
Pero nunca hay que olvidar que son animales, y que se rigen por sus instintos, y mucho más cuando están en su estado natural, en su hábitat, en su estado salvaje. Siempre hay que ser cautelosos, incluso con los animales que nos parezcan los más inofensivos, porque puede pasar lo que pasó en Vancouver a esta pequeña e inocente niña.
Un león marino deambulaba por el muelle de Steveston, en Vancouver Canadá. Unos turistas lo vieron y se quedaron en el lugar para verlo. Michael Fijiwara, uno de los presentes, sacó su teléfono móvil para grabar al animal, sin saber lo que estaba a punto de pasar. Una niña pequeña con un vestido blanco, se sentó en el extremo del muelle, junto al agua, para hacerse una fotografía con el león marino, pero este, en décimas de segundo, salió del agua, mordió el vestido de la niña y se la llevó con ella al agua.
En seguida, uno de los presentes se tiró al agua para rescatar a la niña y subirla de nuevo al muelle. Afortunadamente, ninguno de los protagonistas salió herido, pero el susto que se llevaron todos, sobre todo la joven, fue mayúsculo.
Si alguna vez te ves en esta situación, por favor, extrema las precauciones para evitar cosas como esta. Aunque sea el animal más inofensivo de todos.
