DESCONECTA, 26 Mar
Independientes, solitarios, egoístas... ésta es la imagen que muchas veces proyectan los gatos. Sin embargo, el felino que os mostramos a continuación podría ser la excepción que confirma la regla.
En este vídeo, un gato blanco y negro conoce a sus dos nuevos compañeros de vida: dos pequeños perros que sólo quieren jugar con su "amigo" de cuatro patas.
Contrario a los clichés de las malas relaciones entre los perros y los gatos, los tres animales parecen llevarse bien.
De hecho, el gato demuestra una infinita paciencia ante las carantoñas de los dos cachorros (Storm y Shadow) que tan sólo quieren jugar, incluso mordiéndole la cola.
Finn, que así se llama el impasible gato, no sólo no se defiende sino que responde a tanta atención con tranquilidad y algún que otro intento de unirse a la diversión.
En esta ocasión, "llevarse como el perro y el gato" toma una nueva y adorable dimensión.

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