EDIZIONES, 29 Dic.
Una de las anécdotas animales más curiosas de estas navidades la protagoniza un perro de apetito descomunal llamado Bubba, que decidió pegarse un homenaje en toda regla y dejar a su familia sin pavo para Navidad.
Bubba es el perro de la familia Barrett, de Prestwick, South Ayrshire, Escocia, que para Navidad se celebraban un delicioso pavo relleno.
En la víspera de Navidad, y sin que nadie se lo esperara, Bubba entró sigilosamente a la cocina y terminó con el pato principal del menú del día siguiente. Bueno, para ser justos con Bubba, no se comió todo el pavo entero. Tuvo la consideración de dejar un trozo intacto. El problema es que ese trozo no era lo suficientemente generoso como para dar de comer a todos los Barrett.
El dueño de Bubba, David Barrett, se dio cuenta de lo sucedido cuando entró en la cocina y vio a su perro tendido en el suelo. Bubba estaba tan hinchado que era incapaz de moverse del sitio. A David le pareció tan hilarante la historia que decidió compartirla en Twitter.
"No hay salvación. Mi perro se ha comido el pavo entero que teníamos para mañana". Y añadió adjuntando una fotografía : "Ahí está el culpable, no puede ni moverse".
Por fortuna, los Barrett contaban con un segundo pavo de repuesto en el congelador y se las arreglaron para salvar la comida navideña con éxito. En cuanto a la salud de Bubba, no hay de qué preocuparse. Eso sí, la familia dice que a partir de enero su mascota empezara una estricta dieta.
Este perro tiene un poquito de todos nosotros en Navidad.