Alimentos en táperes en una nevera - ELLO - UNSPLASH
MADRID 25 Dic. (EUROPA PRESS) -
Una de las cosas que mejor representa las grandes comidas familiares o entre amigos en Navidad son las sobras. Al cocinar para tanta gente, es habitual que quede comida sin consumir que no se quiere desperdiciar. Sin embargo, cada alimento tiene sus propios peculiaridades en cuanto a cómo deben conservarse y es importante evitar consumir algo que pueda causar intoxicación alimentaria.
AJUSTA Y CONGELA
Por la naturaleza de algunas recetas, en muchas ocasiones se compra un ingrediente que no se va a consumir en su totalidad. Por ello, es importante prestar atención a las instrucciones de conservación del envase para comprobar los días que quedan antes de su caducidad y almacenarlo de la mejor forma posible.
Las sobras son abundantes en comidas navideñas al haber una amplia gama de comidas, por lo que la Cruz Roja recomienda congelar los alimentos de forma individual para su posterior consumo. Aunque algunos platos no permiten la congelación por diversas razones, aquellos que sí deben guardarse en táperes y suponen una mejor opción que tirar comida a la basura.
SI NO PUEDES CONGELAR, REUTILIZA Ciertos alimentos no son aptos para congelar debido a su textura o al resultado tras la descongelación. Por ello, una recomendación es utilizar esas sobras como la base de un plato nuevo.
Muchos ingredientes pueden aprovecharse para una comida nueva, como las verduras. Aunque suelen acompañar la carne, también se pueden utilizar para hacer un puré o incorporarlos a una tortilla o un revuelto. Los restos de pavo pueden utilizarse en una ensalada; los embutidos pueden convertirse en un bocadillo delicioso o servir como entrante en otra comida; y, los restos de carne o pescado se pueden desmenuzar para hacer croquetas o un quiche.
En el caso de los postres, muchos se pueden utilizar en otros postres, como flanes o puddings. Se recomienda reutilizar el panettone para hacer un pudding, sustituyendo el pan por este dulce navideño. El turrón blando, por su parte, puede utilizarse para hacer un flan, para lo que será necesario incorporar leche durante la coacción.
LA FECHA DE CADUCIDAD EN LA NEVERA Y EL CONGELADOR
A pesar de que una nevera puede alargar la vida útil de una comida, existe un número limitado de días en los que se puede conservar antes de que aumente la probabilidad de intoxicación alimentaria.
Las sobras pueden guardarse entre tres y cuatro días en la nevera antes de que aumente este riesgo, según la Clínica Mayo, por lo que recomienda congelar los alimentos si no se van a comer en ese plazo. Pasado este tiempo, pueden aparecer bacterias en los alimentos que causan intoxicación alimentaria. Dado que estas bacterias no cambian el olor, sabor ni color de la comida, resulta difícil detectar su presencia, por lo que se aconseja tirar la comida si existen dudas sobre su seguridad.
En el caso de la comida congelada, su duración es mucho mayor. El único cambio perceptible es un cambio en el sabor; la comida congelada es más sabrosa durante los primeros tres o cuatro meses de congelación.
En general, la comida debe guardarse en la nevera inmediatamente después de terminar de comer. No obstante, los alimentos pueden permanecer fuera del frigorífico hasta dos horas, pero este margen se reduce a una hora si la temperatura de ambiente supera los 32 grados Celsius.
CÓMO RECALENTAR LA COMIDA
La Clínica Mayo indica que hay tres métodos principales para descongelar la comida: el microondas, dejarlas durante la noche en la nevera o colocarlas en un recipiente hermético con agua fría. No se recomienda el uso de ollas eléctricas porque el ritmo lento de recalentar puede promover el crecimiento de bacterias.
Para recalentar la comida de forma segura, se aconseja calentar el alimento hasta que su temperatura interna alcance los 74 grados Celsius. Además, es importante remover la comida durante el calentamiento para evitar que queden zonas frías.