EDIZIONES, 17 Feb.
Una visita al dentista puede implicar que el paciente reciba sedación para relajarle y así no sufrir dolor. Sin embargo, cuando la sedación es demasiado intensa, puede hacer que uno no sepa ni donde está. Algo así le pasó a este ciudadano estadounidense que tras un tratamiento dental, el sedante le hizo delirar.
Bart, que así se llama el paciente, fue grabado por una mujer al llegar a casa tras la operación. El hombre, que está tumbado sobre la cama, muestra su miedo a que se caiga su cabeza y aparece en el vídeo sujetando un rollo de cinta aislante. La mujer que lo acompaña le pregunta para qué lo necesita, a lo que él contesta que la tiene por si acaso se le cae la cabeza.
La mujer, que trata de confortarle, le asegura que su cabeza y su cuello están bien. El hombre, entre lamentos, dice que no se siente bien tumbado en la cama porque en el caso de que su cabeza caiga, nadie lo oirá.
Los vídeos de los pacientes tras las visitas a los dentistas en Estados Unidos son todo un clásico en las redes, pero el delirio de este hombre provocado por la sedación es probablemente uno de los más curiosos.