EDIZIONES, 11
Ocurrió en la playa de Papamoa, en la Bahía de Plenty, Nueva Zelanda. Un padre y su hija fueron a darse un baño y a estrenar su nueva cámara de vídeo sumergible. Estando metidos en el agua, el padre filmó cómo una aleta aparecía en su costado derecho, a escasos metros de él. Rápidamente, la aleta se perdió dentro del agua, aunque podía verse aún la silueta del escualo. El padre continuó la grabación viendo como el tiburón se acercaba a su hija.
Se puede observar cómo el tiburón casi toca a la joven bañista, que ni siquiera se había dado cuenta de su presencia. Por suerte para ambos, el animal, que no era de gran tamaño, siguió su camino sin que hubiera ninguna incidencia.
Vídeo https://youtu.be/QjDjLOir7xw
Las aguas neozelandesas están plagadas de distintas especies de tiburones, entre ellas, la del temible tiburón blanco. Ha habido algún caso de ataques de tiburones a humanos, incluso con resultado de muerte, aunque es un fenómeno bastante poco común. El Departamento de Conservación del país, afirma que se producen al año dos casos de ataque de tiburón a humanos, y los dos sin resultado de muerte.
El último caso de ataque de un tiburón con resultado de muerte en aguas neozelandesas fue en 2013. Un surfista, en una playa cercana a la ciudad de Auckland, fue atacado por un tiburón blanco y no pudo sobrevivir. El escualo fue abatido a tiros por la policía y por los socorristas, pudiendo, así, recuperar el cuerpo. Aunque puede parecer muy reciente este caso, hasta 2013 se habían registrado 14 muertes por este tipo de ataques desde 1837.