DESCONECTA, 31 Mar.
Radu Calincescu acudió de emergencias a un hospital de Bacau, ciudad de Rumanía, aquejado de un dolor abdominal que se producía cada vez que tragaba. Lo que no mencionó al personal sanitario es que se acababa de tragar un tenedor.
De apuestas va el asunto. "Yo había estado bebiendo y aposté con un amigo que podía tragarme el tenedor sin hacerme daño. Me puse el tenedor en la boca y me las arreglé para tragar". Así describía su hazaña este rumano de 25 años, según el Daily Mail.
En el hospital, los médicos procedieron a hacerle una radiografía torácica que revelaba el tenedor alojado en el cuerpo del muchacho. Fue en ese momento cuando Radu confesó lo ocurrido.
A pesar de tener un tenedor dentro de su cuerpo, el hospital se negó a operarle de urgencias ya que no estaba afectando a ninguno de sus órganos vitales. Además, le sugirieron dejar que la naturaleza siguiera su curso y que volviese al cabo de unos días para ver en que parte del camino se encuentra el tenedor. En el momento en que el tenedor llegue al estómago tendrían que operarle enseguida por posible perforación del revestimiento de la pared del mismo.
"Ahora me doy cuenta que era algo demasiado estúpido para hacerlo. Creo que no voy a volver a apostar por un tiempo" dijo.
