EDIZIONES, 12 Jul.
Alrededor de 80 personas formaron una cadena humana para salvar la vida de 9 personas que se habían quedado atrapadas por una fuerte corriente marina en una playa de Panama City, al noreste de Florida, Estados Unidos, durante el pasado fin de semana.
Entre esas nueve personas se encontraban los dos hijos de un matrimonio y la abuela de éstos, que terminó sufriendo un ataque al corazón. La corriente los había arrastrado 90 metros mar adentro y no lograban zafarse de ella para ponerse a salvo.
Roberta Ursrey y su marido, habían salido instantes antes del agua, cuando de repente escucharon gritos de auxilio y llantos desesperados a lo lejos. Entre ellos, distinguió los de sus dos hijos, sus sobrinos y la madre de ella. Sin pensárselo, y a pesar de las advertencias de los otros bañistas, se metieron al agua y también quedaron atrapados. "Honestamente, pensé que iba a perder a mi familia aquel día", confesó Ursey a News Herald.
Otro matrimonio que presenció la escena, el formado por Jessica Simmons y su marido, decidió entrar en acción. Mientras ella se adentró en el mar con su tabla de surf para acercarse a las personas atrapadas por la corriente, su marido convocó a varias personas a formar una cadena humana hasta llegar a ellos. Esa cadena llegó a unir a más de 80 personas dispuestas a arriesgar su vida para salvar la de otros.
Gracias a Simmons y su marido, todos pudieron llegar a la orilla y ser rescatados. Muchos de ellos tuvieron que ser llevados al hospital por haber tragado mucha cantidad de agua. Entre ellos, la abuela de la familia, para la que han abierto una página de recaudación en GoFundMe para sufragar los costos de la hospitalización.
"Estoy muy agradecida", dijo Ursrey. "Estas personas se convirtieron en ángeles de Dios y estuvieron en el lugar adecuado en el momento adecuado. Les debo mi vida y la de mi familia. Sin ellos, no estaríamos aquí".
