EDIZIONES, 16 Mar.
Todos los días ocurren cosas maravillosas a nuestro alrededor pero lo que suele ocurrir es que no son noticia. Parece que solo vemos informativos o leemos noticias de cosas malas que han pasado en cualquier parte del mundo, cuando vemos buenas obras cada día muy cerca de nosotros. Esta historia publicada en Love What Matters, es un claro y buen ejemplo de esto.
Un hombre fue a embarcar en un avión junto con su hija pequeña. Cuando fue a presentar su ticket, el agente le preguntó por la edad de la niña. Él contestó que acababa de cumplir los dos años de edad. Seguidamente le preguntó por el ticket de la niña. El hombre no había comprado el vuelo para su hija, ya que cuando lo reservó ella tenía menos de dos años y podía viajar gratis. Eso es lo que pensó y es lo que le dijo al agente, muy conmocionado.
El hombre aseguró que no podía permitirse coger otro vuelo o pagar en ese momento el de la niña, así que se echó a un lado de la cola y comenzó a hacer una serie de llamadas mientras abrazaba a su hija. Una mujer que había sido testigo de la escena, se aproximó a la mesa y dijo que ella pagaría el billete. El agente le preguntó si sabía el coste del billete por el que tenía que pagar. Ella contesto: “¿Unos 700 dólares o algo así?” “749 dólares”, dijo el agente. “Está bien” concluyó la señora.
Quien hizo la fotografía de la protagonista de esta noticia también fue testigo directo de la situación. Al ver el gesto desinteresado y tan amable de esta mujer, solo pudo decirle: “¡Que Dios la bendiga”.
El agente aseguró que se le puso la piel de gallina al ver cómo el hombre abrazaba a la mujer y le pedía su nombre para poder pagárselo más adelante. La mujer solo dijo: “No te preocupes por eso”.
Un billete de avión puede costar 749 dólares, pero hacer feliz a un hombre y su hija, no tiene precio.
