EDIZIONES, 22 Nov.
Esta es la triste historia de la lucha contra el cáncer de Jessica Whelan, una niña de cuatro años a la que diagnosticaron en 2015 un Neuroblastoma incurable. Es una historia dura, difícil de leer y difícil de contar. Así que si estás algo más sensible hoy de lo normal, respira hondo y coge fuerzas...
Todo comenzó el 23 de septiembre de 2015, día en el que diagnosticaron a la pequeña un cáncer muy doloroso e incurable. Decidieron que no se iban a rendir, y comenzaron desde el principio a pelear contra la enfermedad. En febrero de 2016, Andy y su mujer crearon una cuenta en Facebook en la que fueron relatando el día a día de la titánica lucha de su hija contra el cáncer, con la intención de concienciar al mundo sobre el cáncer infantil. Este fue el primer post en la cuenta 'Jessica Whelan – A fight against neuroblastoma'
“A Jessica le diagnosticaron un Neuroblastoma de grado 4 de alto riesgo el 23 de septiembre de 2015. Esta página la ha creado su familia para relatar su progreso en la lucha contra el cáncer. Como Jessica fue diagnosticada hace unos meses, ahora voy a tratar de subir posts de mi página personal a ésta contando lo que vaya ocurriendo. Por favor, siéntete libre de compartir esta página con amigos y familiares para sensibilizar sobre este cáncer y cómo nos afecta a nosotros como familia”.
Desde este primer post en febrero de 2016, la familia ha ido contando la evolución y la lucha de Jessica contra su enfermedad, que fue pudiendo con ella cada día un poco más.
Fue el post del 28 de octubre, escrito por Andy, el más desgarrador hasta el momento, en el que anuncia la peor de las noticias posibles: Jessica no llegará a vivir la alegría de la Navidad...
“La parte final de la conversación (con el oncólogo) trató sobre cuánto tiempo piensa que tenemos con Jessica. Su opinión fue que, con la progresión de su enfermedad que ahora hemos visto, Jessica no tiene más que unas semanas por vivir”.
Un día después publicó una de las imágenes más duras y reales sobre el sufrimiento de su hija. Fiel a su idea de contar al mundo la realidad del cáncer infantil, tomó esta foto de Jessica. Esta imagen refleja el dolor de la niña y la impotencia de sus padres al no poder hacer nada para evitar el sufrimiento de su querida niña. Una imagen desgarradora, dura y real. “Esta es la fotografía más dura que he hecho en toda mi vida”, aseguró Andy.
La fotografía ha recorrido el mundo entero, convirtiéndose en un símbolo de la lucha contra el cáncer infantil.
Fue el pasado 20 de noviembre cuando Jessica, tras tantos meses de lucha, finalmente dejó de sufrir. Murió a las siete de la mañana. Su padre, roto por el dolor, informó así del fatal desenlace a las pocas horas de morir su querida hija:
“Me siento aliviado y triste por informar a todos ustedes que Jessica finalmente encontró la paz a las siete de esta mañana. Ya no sufre, ya no siente el dolor de las limitaciones físicas de su cuerpo. Ahora mi princesa ha extendido sus alas de ángel y ha ido a jugar con sus amigos y seres queridos. Ahora velará desde allí arriba por su pequeño hermano y por nosotros mismos hasta que un día nos volvamos a reunir de nuevo.
Anoche ella finalmente me permitió tenerla en mis brazos y nos dimos un gran abrazo. Le dije cuánto la amaba. Le dije que cerrase los ojos y que durmiese. La besé en la frente y en sus labios en numerosas ocasiones. Es lo que necesitaba para finalmente encontrar consuelo en su muerte. Ocho horas después de ese abrazo ella finalmente tomó su último aliento. Ella era una niña de papá, desde el principio e incluso hasta el final. Siento que una gran parte de mí ha sido arrancada, pero estoy contento de que yo pudiera darle ese consuelo en sus últimas horas. Ella murió en paz y con serenidad, sin ni siquiera un murmullo.
Gracias a todos y cada uno de ustedes que han compartido y han sido una parte de nuestro viaje. Ahora pido privacidad para nosotros y nuestra familia, para llorar la pérdida de nuestra hermosa princesa.
El corazón de un padre de la más increíble y hermosa chica”
El pasado lunes, Andy publicó de nuevo un desgarrador post en Facebook reflejando el dolor y la honda y profunda tristeza que siente por la pérdida. Estas son las melancólicas, emocionantes y más tiernas palabras que un padre puede escribir a su hija:
“No estoy preparado para dejarte ir, eres mi pequeña princesa. Eres la niña más asombrosa, fuerte y valiente y me siento bendecido de ser tu padre.
Nunca más oiré tu grito de “¡Papá!” al entrar por la puerta. Nunca más oiré esa risita contagiosa mientras subes y saltas sobre mí cuando jugamos a las peleas.
Tengo tantos recuerdos tuyos maravillosos, y sin embargo tan pocos al irte tan joven. Yo debería estar planeando nuestro próximo viaje familiar, no tu funeral. Debería estar cantando tus canciones favoritas a tu lado, no añadiéndolas a una 'playlist' para reproducirla mientras te decimos adiós.
El vínculo que tú y yo tenemos es asombroso, siempre serás la niña de papá, que se calma solo cuando te rodeo con mis brazos. Siento no haberte podido proteger de este malvado mundo, pequeña, siento que hayas tenido que sufrir como sufriste. Me rompe pensar en lo que has tenido que sufrir durante un cuarto de tu vida y será causa de mis pesadillas en los años venideros.
Te echo de menos, niña, echo de menos tu voz, tu sonrisa, echo de menos tus brazos alrededor de mi cuello, abrazándome. Echo de menos tu declaración espontánea de “¡te quiero, papá!”, algo que decías varias veces al día. Te echo de menos, Jessica, las lágrimas caen sobre mis mejillas y mojan mi almohada cuando pienso en ti y en el vínculo que compartimos.
Buenas noches, mi hermoso ángel, por favor, ven y dame un abrazo mientras duermo".
Es cierto que la vida puede llegar a ser realmente dura, pero, ¿qué puede ser peor para un padre que perder a un hijo? Desde aquí nos solidarizamos con el dolor de la familia. Descansa en paz, Jessica.
