DESCONECTA, 18 Abr.
Los asiduos al gimnasio saben bien qué deben beber y comer antes, durante y después de sus sesiones de entrenamiento. Agua, bebidas isotónicas, barritas energéticas... pero nunca jamás tartas, bollos o patatas fritas.
Por eso parece una osadía lo que este bromista hace en su sesión de cardio en el gym. Come brownies mientras corre en la cinta, se da atracones de patatas fritas al hacer su tabla de abdominales, usa una tarta como improvisada pesa (y se la come al mismo tiempo), hasta el punto de comer perritos calientes mientras se ejercita en la bicicleta estática.
Todo esto ocurre ante la atónita mirada de sus compañeros de gimnasio que le observan con incredulidad (y algunos con envidia) mientras se atiborra a comida basura.
Tal es la tentación de algunos de los sufridores gimnastas que llegan a caer en la tentación y comparten con este "prankster" sus deseadas golosinas. Toda una nueva forma de ir al gimnasio.
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