MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, reconoció hoy que las medidas de recorte del déficit aprobadas por el Gobierno son "durísimas", pero aseguró que "no queda más remedio que tomarlas". En este sentido, fue contundente: "Sabemos lo que hay que hacer y lo haremos aunque tenga un coste político".
En declaraciones a los medios tras la inauguración de la exposición 'Le Corbusier. Madrid, 1928', Corredor señaló que al Gobierno "no le gusta" adoptar medidas como el recorte del sueldo de los funcionarios o la congelación de las pensiones, pero consideró que estas iniciativas son "muestras de credibilidad" que aportarán la confianza que actualmente necesita la economía. "Estamos haciendo lo que tenemos que hacer", reiteró.
"Apelamos a la confianza, la comprensión y el esfuerzo mayúsculo que están haciendo los funcionarios, los pensionistas y las clases medias", señaló para añadir a renglón seguido que en la actual coyuntura "hay que pedir un refuerzo de la solidaridad" a aquella parte de la sociedad que tiene más capacidad.
Preguntada por si estas medidas podrían retraer la compraventa de viviendas, Corredor recordó que el mercado inmobiliario se encuentra en una "situación de estabilización", como demuestran los últimos indicadores del sector.
Más aún, apuntó que la subida del IVA reducido del 7% al 8% a partir del mes de julio "no tiene por qué afectar al precio de la vivienda" y puntualizó que, "en cualquier caso, será la responsabilidad del promotor incrementar o no el precio de la vivienda".
Dicho esto, Corredor sostuvo que la fiscalidad de la vivienda se mantendrá a lo largo de este año y sólo cambiará a partir del 1 de enero de 2011 con la eliminación de la desgravación por compra para rentas superiores a los 24.000 euros.
