Los 27 se pliegan a Francia y Alemania y no forzarán la separación patrimonial de las empresas energéticas

Actualizado: lunes, 9 junio 2008 9:12


LUXEMBURGO, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los ministros de Energía de la Unión Europea alcanzaron el viernes un acuerdo político de mínimos sobre la propuesta de la Comisión de desmembrar los grandes grupos energéticos separando la propiedad de las actividades de producción y la gestión de redes. La oposición frontal de Francia y Alemania ha obligado a descafeinar la norma, y finalmente se permitirá la supervivencia de las empresas verticalmente integradas, como la francesa EdF o la italiana ENI, aunque imponiendo una serie de salvaguardas para garantizar la independencia del gestor de la red.

Alemania, Austria y Portugal expresaron sus reservas al compromiso aunque al final el Gobierno de Berlín se sumó a la mayoría. El acuerdo todavía debe precisarse a nivel técnico y ser objeto de acuerdo con el Parlamento Europeo. El comisario de Energía, Andris Piebalgs, se reservó también su posición hasta que la Eurocámara se pronuncie.

"A pesar de que todos los Estados miembros no pueden estar de acuerdo con todos los puntos del paquete, sí que tomo nota de que el Consejo ha llegado a un amplio acuerdo en los elementos fundamentales", dijo el ministro de Economía esloveno y presidente de turno del Consejo, Andrej Vizjak tras toda una jornada de negociaciones.

El acuerdo incluye una cláusula de revisión que obligará a la Comisión a analizar el funcionamiento de la norma dos años después de su puesta en marcha. En concreto, el Ejecutivo comunitario deberá examinar si las empresas verticalmente integradas garantizan la competencia y las inversiones en infraestructuras en la misma medida que la separación patrimonial. En caso contrario, Bruselas debe presentar nuevas propuestas tres años después de la entrada en vigor de la norma, aunque no se precisa si se deberá apostar de nuevo por la separación patrimonial como opción única, tal y como querían España y Reino Unido.

Con la nueva norma convivirán en la UE tres modelos: la separación patrimonial, que está ya vigente en países como España y Reino Unido; el sistema de operador independiente, basado en el modelo escocés, y que consiste en que los grandes grupos energéticos puedan seguir conservando la propiedad de la red pero cediendo su gestión a un operador independiente; y la "tercera vía", propuesta por Alemania y Francia y que permite que sigan existiendo empresas verticalmente integradas.

La contrapartida a este tercer modelo es que se introducen toda una serie de salvaguardas o "murallas chinas" para garantizar la independencia del gestor de red. Por ejemplo, el gestor deberá contar con recursos propios, se aplicarán "periodos de cuarentena" a sus directivos para que no puedan venir de la compañía matriz ni volver, se deberá crear un consejo de supervisión, y se reforzará el poder de los reguladores, que podrán obligar a realizar inversiones.

El compromiso contiene una cláusula que autoriza a los Estados miembros a tomar medidas para garantizar "una equiparación de las condiciones de todos los países", aunque cualquier acción debe ser compatible con el Tratado. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, dijo que con esta cláusula se garantiza que "los países que hayamos hecho la separación patrimonial no nos veamos perjudicados a la hora de poder ser objeto de operaciones por parte de empresas de otros países".

La delegación portuguesa, que no respaldó el compromiso por no considerarlo suficientemente ambicioso en la vía de la liberalización, fue un paso más allá y anunció que se reserva el derecho de tomar acciones contra los operadores verticalmente integrados que quieran entrar en su mercado.

En todo caso, Sebastián dijo que el acuerdo final "va a favorecer un mercado europeo integrado y que Europa vaya avanzando en una fortaleza energética que se necesita".

Por su parte, el ministro británico de Energía, Malcolm Wicks, dijo que se trata de "un día muy importante para la energía en Europa". A su juicio, el compromiso supondrá una "mejora real" en el funcionamiento del mercado energético en la UE, que se traducirá en una reducción de precios, más posibilidades para la elección de los consumidores y un impulso a la "energía verde".

Y el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, señaló que se trata de un "paso fundamental" para lograr un "auténtico mercado europeo integrado de la energía". "Se trata de buenas noticias para las empresas y los ciudadanos, que necesitan precios competitivos y seguridad de suministro energético", subrayó.

CLÁUSULA ANTI-GAZPROM

Otra de las grandes novedades de este paquete energético es un mecanismo para restringir la entrada en Europa de empresas energéticas extranjeras, como la rusa Gazprom o la argelina Sonatrach, con el objetivo de evitar que se aprovechen indebidamente de la liberalización del mercado interior y actúen por motivos políticos y no comerciales.

De lo que se trata es de prohibir a las empresas extranjeras adquirir el control de infraestructuras energéticas europeas a no ser que exista un acuerdo bilateral específico entre la UE y el país de que se trate que garantice la plena reciprocidad.

Los ministros de Industria aprobaron también medidas para reforzar la independencia y la autoridad de los reguladores energéticos nacionales. Ello obligará a introducir cambios legislativos en España, por ejemplo la eliminación del recurso de alzada que permite al ministerio de Industria tener la última palabra en las medidas que adopta la Comisión Nacional de la Energía (CNE), según explicaron fuentes diplomáticas.

Finalmente, se creará una Agencia de Cooperación entre los reguladores nacionales que pueda tomar decisiones obligatorias en cuestiones de intercambio transfronterizo de energía.