MADRID, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las compañías eléctricas españolas tendrán que provisionar entre 700 y 1.000 millones de euros en la cuenta de resultados del presente ejercicio como previsión del gasto al que tendrán que hacer frente desde este año para pagar la luz barata de sus empleados, según cálculos del sector a los que tuvo acceso Europa Press.
Esto se deriva de la decisión del Gobierno de que la llamada 'tarifa del empleado' deje de sufragarse con cargo a la tarifa eléctrica, como venía ocurriendo hasta ahora, según la disposición adicional novena del Decreto de Tarifas.
Además de incrementar su pasivo, las compañías deberán destinar unos 110 millones de euros anuales a financiar esta tarifa, de la que se benefician unas 110.000 personas en España entre activos y jubilados, lo que representa un consumo de 1.000 gigavatios/hora (Gwh) al año.
Las compañías deben mantener esta regalía con sus empleados, ya que se trata de un derecho adquirido que sólo podrá desaparecer progresivamente, con el cambio de generación.
Gracias a esta prerrogativa, los trabajadores de las compañías eléctricas, que tienen derecho a extender esta tarifa reducida a una segunda vivienda, se benefician de descuentos que suponen aproximadamente el 90% de la tarifa eléctrica media.
La tarifa eléctrica media ha subido un 4,48% este año, si bien el Gobierno aplicará en julio una subida adicional que no excederá del 1,5% para sufragar el déficit tarifario (diferencia entre ingresos regulados y costes de generación) que han soportado las compañías eléctricas en 2005, y que podría rondar los 3.500 millones de euros. La subida de la luz afecta a más de 22 millones de hogares.
