VALLADOLID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los miembros de la Real Academia de Ingeniería de España apostaron hoy por el mantenimiento de la actividad de la central nuclear de Santa María de Garoña y por no contraponer las energías renovables con la nuclear.
En un comunicado recogido por Europa Press, la Real Academia resaltó que se augura un "futuro prometedor a largo plazo" para las energías renovables pero a corto plazo "es una irresponsabilidad contraponer éstas a la nuclear".
"Con un apoyo decidido y racional, las renovables primordiales (eólica y solares) penetrarán el mercado en mayor medida mediante reducciones importantes de costes, aumento de eficiencia, empleo de nuevos materiales, construcción de redes inteligentes locales, extensión de redes de transporte y distribución robustas y, por encima de todo, tecnologías de almacenamiento masivo de energía intermitente", destacaron las mismas fuentes.
A su juicio, esto no sucederá "ni en diez ni en 20 años" y, por tanto, a corto y medio plazo "todas las energías son imprescindibles y complementarias".
Por ello, desde la Academia señalaron que el hecho de que Garoña cumpla su vida de diseño (40 años) no implica que su vida útil "no pueda ser muy superior", especialmente para una instalación "bien gestionada en la que un porcentaje elevado de componentes originales han sido sustituidos".
Tras resaltar que las decisiones de la Administración de EE.UU. "así lo demuestran" con 54 reactores "cuya vida útil se ha extendido hasta 60 años", desde la Academia apuntaron que, dado que la inversión inicial en la central de Garoña es un "coste hundido que se considera amortizado", lo que implica costes de generación inferiores a los de mercado, algunos sugieren que, en caso de extender la vida de Garoña, el Gobierno debiera obligar a la empresa propietaria a invertir parte de sus beneficios en energías renovables.
"La adecuación de esta propuesta a la legislación existente se nos escapa aunque se podría interpretar como un peculiar control en una economía de mercado. De ajustarse a Derecho, serían Gobierno y empresa quienes debieran alcanzar un acuerdo en este punto", explicaron.
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) es, para la Real Academia de Ingeniería, "conocido por sus actuaciones rigurosas aunque mejorables en algún caso puntual", y ha propuesto por unanimidad la extensión de la vida de Garoña con unos condicionantes técnicos y, consiguientemente, una inversión económica por parte de la empresa Nuclenor a fin de seguir operando durante diez años con niveles de seguridad iguales o superiores a los actuales.
"Sería difícil de entender en la España actual que se antepusieran otras justificaciones a una recomendación técnica del CSN y a consideraciones ambientales, económicas y sociales", manifestaron las mismas fuentes antes de considerar que la opinión de técnicos cualificados debe jugar un "papel importante" en la toma de decisiones "esencialmente técnicas" por lo que Garoña "debería permanecer operativa al menos hasta 2019, aprovechando la vida útil de una instalación segura".
Por último, la Academia resaltó la necesidad de establecer un Pacto de Estado entre los partidos políticos y los agentes sociales en temas energéticos "así como una planificación a medio y largo plazo que eviten los vaivenes asociados a los cambios de Gobierno, con un posible exceso de carga ideológica y muy escasa consideración de razones técnicas, medioambientales y económicas".
