La deuda mundial alcanza un nuevo récord de 278,5 billones de euros durante el primer semestre, según IIF

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Publicado: miércoles, 25 septiembre 2024 16:30

La relación entre deuda/PIB se mantiene estable en el rango del 327% al 328%

MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

La deuda de hogares, empresas, bancos y gobiernos de todo el mundo ha sumado hasta el segundo trimestre de 2024 un total de 311,8 billones de dólares (278,5 billones de euros), frente a los 302,4 billones de dólares (270,1 billones de euros) contabilizados en el mismo periodo de 2023, nuevo récord histórico para un primer semestre, según los cálculos del Instituto Internacional de Finanzas (IIF).

Esta dinámica ha estado marcada por las economías emergentes, que ampliaron su pasivo agregado a 101,3 billones de dólares (90,5 billones de euros) desde los 95,1 billones de dólares (85 billones de euros) de mediados de 2023.

Entre las economías avanzadas, el volumen de deuda se incrementó hasta los 210,5 billones de dólares (188 billones de euros) desde los 207,3 billones de dólares (185,2 billones de euros) del año anterior.

Los principales responsables de estos aumentos fueron China y los Estados Unidos, seguidos de la India, Rusia y Suecia, mientras que muchos países europeos y Japón redujeron pasivos.

Por sectores económicos, el IIF ha señalado que, a nivel global, los hogares elevaron su deuda hasta los 59,6 billones de dólares (53,2 billones de euros) desde los 58,4 billones de dólares (52,2 billones de euros), al tiempo que las empresas registraron un endeudamiento de 89,6 billones de dólares (80 billones de euros), frente a los 86,9 billones de dólares (77,6 billones de euros) precedentes.

Además, los gobiernos tampoco lograron reducir su deuda tras deber 91,7 billones de dólares (81,9 billones de euros), frente a los 87,1 billones de dólares (77,8 billones de euros) del ejercicio previo. El sector financiero también vio crecer su pasivo a 70,9 billones de dólares (63,3 billones de euros) desde 70 billones de dólares (62,5 billones de euros).

"Por sectores, el aumento de la deuda fue más pronunciado en las administraciones públicas, seguido de las empresas no financieras. La deuda de los hogares y del sector financiero se mantuvo prácticamente estable en el primer semestre del año", ha explicado el informe del IIF.

El estudio ha indicado que en las economías desarrolladas la ratio de deuda total sobre el PIB continuó descendiendo de forma "constante, pero lenta" hasta su nivel más bajo desde 2018. La disminución fue especialmente notable para hogares y empresas no financieras, con las ratios siendo "mucho más bajas" que en tiempos prepandémicos.

"[Esto] sugiere que unos tipos de interés más altos han frenado con éxito el ritmo de acumulación de deuda en el sector privado no financiero", según reza en el documento.

Cabe destacar que la deuda de los hogares en relación con el PIB cayó a su nivel más bajo desde 2002, mientras que la deuda de las empresas no financieras cerró en mínimos de 2015.

Por el contrario, la ratio de deuda de los mercados emergentes se anotó un nuevo máximo en el primer semestre de 2024, superando el 245% del PIB, más de 25 puntos porcentuales por encima de su nivel anterior a la pandemia.

La ratio global de deuda/PIB se mantuvo "mayormente estable" en torno al 327-328% favorecida por una inflación que aún es superior al objetivo de estabilidad de precios en los principales países.

POBRES PERSPECTIVAS PARA LA DEUDA

El estudio ha manifestado también que la flexibilización monetaria iniciada recientemente por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) al bajar el precio del dinero en 50 puntos básicos acelerará la acumulación de deuda a nivel mundial. En concreto, el IIF ha calificado de "muy preocupante" la falta de voluntad política por abordar el abultado volumen de pasivos tanto en naciones ricas como emergentes.

A su vez, factores estructurales como el envejecimiento y las altas necesidades de financiación suscitan "interrogantes importantes" respecto a la evolución de la productividad.

El incremento de la deuda pública y su correlación positiva con una menor productividad y PIB potencial apunta a una "dependencia persistente de la intervención estatal para mitigar la volatilidad macroeconómica y socioeconómica", que podría exacerbar el "riesgo moral" y traducirse en una mala asignación de recursos hacia proyectos de baja productividad.

Igualmente, el IIF ha tomado nota de la frecuente infravaloración de las necesidades futuras de financiación por parte de los Estados, hecho que puede derivar en unos mayores niveles de deuda pública que los avanzados en las proyecciones oficiales.

Según los pronósticos, la deuda pública mundial aumentará de su nivel actual cercano a 92 billones de dólares (82,2 billones de euros) hasta los 145 billones de dólares (129,5 billones de euros) para 2030 y a más de 440 billones de dólares (393 billones de euros) en 2050.

"Dado que alrededor de la mitad de la financiación de la lucha contra el cambio climático corre a cargo de entidades gubernamentales o cuasi-soberanas, al tiempo que aumenten las políticas industriales proteccionistas y costosas, la deuda pública podría incrementarse en al menos 215 billones de dólares [192,1 billones de euros] adicionales de aquí a 2050", ha alertado.

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