Economía/Finanzas.- (Ampliación) UGT pide la dimisión de Blesa al considerar que no tiene suficiente apoyo social

Actualizado: jueves, 20 noviembre 2008 15:56

El sindicato rechaza la entrada del Gobierno en las cajas de ahorro a través de una toma de participación


MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de la Federación de Servicios de UGT, Juan Sánchez, pidió hoy la dimisión del presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, al considerar que no cuenta con los apoyos suficientes para mantenerse al frente de la entidad madrileña. "A UGT le parece que lo más adecuado es la dimisión", dijo.

Sánchez calificó en rueda de prensa como una "irresponsabilidad" que Blesa aspire a perpetuarse al frente de la caja y recordó que, "aunque tiene mucho poder", carece del respaldo oficial tanto del PP, como del PSOE, de los impositores y de UGT, aunque disponga del apoyo de CC.OO.

El sindicalista recalcó que UGT no cuestiona el trabajo de Blesa al frente de la caja madrileña, que está "sana y bien", ya que el sindicato ha dado su visto bueno al último informe de gestión. "No digo que haya hecho mal la gestión, digo que no cuenta con suficiente apoyo social para estar toda la vida ahí", aclaró.

El secretario general de la Federación de Servicios de UGT reiteró que "no se puede decir que la caja va mal", pero lamentó la crispación política en el seno de la entidad, patente en la última asamblea general, donde se asistió a un "espectáculo excesivamente bochornoso" en su opinión. "Blesa está herido de muerte (...) Otra cosa es que aguante como gato panza arriba", sentenció.

En este sentido, Sánchez consideró que el proceso electoral "está muerto" y que quizá sea necesario dirimir en los tribunales si Blesa debe permanecer en la presidencia, proceso que podría perjudicar a la entidad. "Y no tendría sentido que un presidente cuestionado en los tribunales siguiera en el cargo y perjudicara a la caja", apuntó.

A su parecer, Blesa trata de mantener vivo el proceso electoral en Caja Madrid para justificar su permanencia en la presidencia de la cuarta mayor entidad española seis o siete años más, a lo que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha respondido con la reforma de la Ley de Cajas, aprobada hoy, para evitarlo.

Sobre las consecuencias de dicha reforma, Sánchez se expresó en contra de que desemboque en una mayor representación política en detrimento de la representación social, a través de un menor peso de las entidades representativas y de los impositores.

De todas maneras, estimó que "si Aguirre se hubiera llevado bien con el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, probablemente no se hubiera planteado cambiar la Ley de Cajas". Precisamente hoy el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó una propuesta de reforma de Ley de Cajas para "adaptarla" a la Ley nacional, la Ley Orgánica de Regulación de las Cajas de Ahorros (LORCA).

Por otro lado, Sánchez se mostró contrario a una eventual entrada del Gobierno en las cajas de ahorros a través de una toma de participación, tal y como ha sucedido en otros países europeos para dotar a estas entidades de liquidez, al tiempo que mostró sus dudas de que esto sea posible según la legislación actual.

"Quizá haya que estudiar otro mecanismo para inyectar liquidez a las cajas de ahorros" y salvarlas de "un apretón" en caso de que sea necesario ante los efectos de la crisis financiera internacional, planteó, mientras que el responsable estatal de Ahorro de UGT, Ángel Campabadal, advirtió de que dicha posibilidad podría derivar en una privatización de las cajas, opción que rechazó.

EN CONTRA LA FUSION DE BBK Y KUTXA.

Ambos responsables también expresaron su desacuerdo con el proceso de fusión de las cajas vascas BBK y Kutxa, porque Caja Vital ha quedado fuera de la integración, y no ha contado con el apoyo político y social necesario para una operación de esta trascendencia.

En esta linea, advirtieron de que la fusión de las cajas de Castilla y León, según la propuesta de la Junta, acarrea desventajas en términos de empleo al mantener la independencia de las gestiones pero aunar las decisiones políticas.

A sus ojos, las fusiones no deben entenderse como la solución a las dificultades que atraviesan las cajas por la crisis financiera internacional y la exposición inmobiliaria, que han acarreado un aumento de la morosidad y traerán nuevas quiebras de inmobiliarias, sino como una fórmula de reducción de costes.

En este escenario, las cajas de ahorros afrontan un proceso incipiente de reducción en el número de sus oficinas y de recortes importantes de los sistemas retributivos compensatorios, explicaron. "Todos vaticinan que 2009 puede ser el año más duro", advirtieron.