BURGOS, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
Caja de Burgos obtuvo un beneficio neto de 73,2 millones de euros hasta el 30 de septiembre de 2008, lo que representa un 21,7% menos que en los nueve primeros meses del año 2007, cuando se alcanzaron los 93,5 millones de euros, según los datos aportados por la entidad de ahorros y recogidos por Europa Press.
La caja achacó este descenso del beneficio neto respecto a septiembre del año anterior a la actuación "prudente, como ya hizo en la cuenta de resultados de 2007", recordó, al dotar al fondo de provisiones para insolvencias más de 92 millones de euros -un 107% más- "previendo pérdidas futuras derivadas de un aumento de la morosidad".
Al margen de esta dotación, que ha moderado los beneficios, reconoció la entidad, Caja de Burgos presenta una cuenta de resultados "con aumentos en todos los márgenes", insistió la entidad de ahorros.
Según sus datos, en el actual marco económico-financiero adverso la "eficaz gestión" del riesgo crediticio y de la liquidez así como la estrategia de aumento de captación de los depósitos de clientes, han permitido a Caja de Burgos un "crecimiento equilibrado" de la inversión y los recursos, "mientras que las plusvalías obtenidas en la cartera de valores han conseguido mitigar en buena parte el creciente impacto de las provisiones para insolvencias en la cuenta de resultados".
Así, el volumen de activo total se situó en 11.685 millones de euros, equivalente a un incremento interanual del 5,8% (11.040 millones de euros en los nueve primeros meses de 2007).
Por lo que respecta a los préstamos, a pesar de la desaceleración en el ritmo de crecimiento del crédito, éstos presentan un avance interanual del 8,8%, hasta alcanzar un saldo de 8.418 millones de euros (7.739 millones en el mismo periodo de 2007).
En el tercer trimestre del año Caja de Burgos aumentó el índice de morosidad, "como ha ocurrido a nivel sectorial", precisaron las mismas fuentes, que ha quedado situado en el 2,75% "y sigue estando por debajo de la media del sector".
La cobertura de los saldos morosos se situó, por su parte, en el 81,9%, "un nivel que es superior a la media sectorial y que supera sobradamente el deterioro de los activos dudosos que cabe esperar a medio plazo".
Entre los aspectos más destacados por la caja destaca el crecimiento de los recursos de clientes, con un 11% (de 8.666 millones en los nueve primeros meses de 2007 a 9.616 en el mismo periodo del presente año), apoyado fundamentalmente en el avance de los depósitos a plazo (+36%), "producto donde se ha volcado el objetivo de captación por parte de la red comercial de la caja".
CUENTA DE RESULTADOS
Tras recordar que estamos en un contexto de menor ritmo de avance del volumen de negocio y de encarecimiento de los costes de financiación, Caja de Burgos explicó que la intensificación de la gestión del negocio minorista y la mejora experimentada en los ingresos procedentes de la cartera de valores han permitido que el margen de intermediación se incremente un 13,3% en tasa interanual (151,1 millones entre enero y septiembre de 2008 frente a 133,3 millones en el mismo periodo de 2007).
Por otro lado, el margen ordinario aumentó un 17,2%, "por el mayor importe de las plusvalías generadas, que se incrementaron un 37,4%, mientras que las comisiones netas retroceden un 9,2%, por los menores ingresos de las procedentes de fondos y avales", explicaron las mismas fuentes.
El índice de eficiencia al 30 de septiembre se situó en el 29,4% mientras que el índice de eficiencia recurrente -que no incluye los resultados por operaciones financieras y diferencias de cambio-, se situó en el 47,6%.
"Ambas cotas siguen manifestando la capacidad del modelo de gestión de Caja de Burgos para generar beneficios recurrentes y, por tanto, para mantenerse en los puestos de cabeza del sector en esta apreciada variable", destacó la entidad.
Caja de Burgos significó también que el importe de las provisiones y saneamientos dobla la cifra registrada en el mismo periodo del ejercicio anterior, "por las importantes dotaciones que ha sido necesario realizar para cubrir el repunte de la morosidad, siendo éste el factor que viene determinando los resultados del actual ejercicio".
"En este sentido --continuaron las mismas fuentes-- y coherente con su tradicional política de prudencia, Caja de Burgos ha decidido nuevamente anticipar los efectos de la crisis económica, reservando más de 92 millones de euros con esta finalidad".
