LISBOA, 4 Nov. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -
El presidente del Banco Portugués de Negocios (BPN), Miguel Cadilhe, criticó al Gobierno y al Banco de Portugal por la decisión de nacionalizar el banco, que calificó de "radical", y acusó al Estado de cometer durante años una "grave y demorada falta de supervisión" al dejar llegar al banco a la situación actual.
En una conferencia de prensa, Cadilhe afirmó que él había hecho en los cuatro meses que lleva en el cargo "lo que otros no hicieron en cuatro años". "Si hubo faltas, y graves, fueron de la regulación y del Estado" que "durante años" no supervisaron y dejaron a la institución llegar a esta situación, con pérdidas de 700 millones de euros.
En su opinión la decisión del Gobierno de nacionalizar el banco es "política", porque "el Gobierno quiso, prefirió, optó por hacerlo, pero no se vio obligado".
Cadilhe señaló que cuando entró en el BPN en junio de 2008 "nos sorprendió la dimensión y la densidad de los errores del pasado. Nos sorprendió la reincidencia continuada. Entregamos a los abogados independientes la indagación de casos dañosos o ruinosos, así como diligencias de regulación y recuperación", y que consideraron que "los responsable no debían quedar impunes", por eso avanzaron con denuncias.
Sin embargo, a pesar de esa situación y de las dificultades, "la administración del banco entendía, y entiende, que se podía regenerar el BPN", afirmó Cadilhe.
El presidente del BPN, que seguirá en el cargo hasta que el banco sea público, dijo que no entendía las razones que llevaron al Ejecutivo que preside el socialista José Sócrates a "tomar cuenta" del BPN, incluso porque "es una distorsión (...) cuando dice que no fue posible concretar los aumentos de capital privado" porque estas operaciones "estaban programadas", pero una de las fases "fue aplazada por motivos de incertidumbre sobre la deliberación del Gobierno sobre nuestra propuesta estructural", ya que "ningún accionista aceptaría inyectar capital el 31 de octubre para ver el banco nacionalizado el 2 de noviembre".
El presidente del BPN se mostró convencido de que "la nacionalización va a exigir mucho más capital público de lo que exigiría nuestra propuesta", que era que el Estado se quedase con "acciones preferenciales, remuneradas, y también en el refuerzo de capitales privados". Además, dijo, la decisión del gobierno "ha creado y agravado problemas en el seno del grupo Sociedad Lusa de Negocios, propietaria del banco".
Cadilhe también acusó al Gobierno de omitir y mentir en la propuesta de nacionalización que envío al Parlamento. "No es verdad" que fueron las inspecciones del Banco de Portugal las que detectaron la no contabilización de pérdidas, si no que "fue a través de las auditorias extraordinarias, que fueron encargadas por nosotros", eso, afirmó, "fue omitido".
