Economía.- Rajoy sólo es partidario de intervenir en la economía "en casos excepcionales y con total transparencia"

Actualizado: martes, 30 septiembre 2008 13:56

Rechaza que los contribuyentes tengan que pagar "los excesos de otros" y cree que la Administración Bush presentará un nuevo plan


MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PP, Mariano Rajoy, afirmó hoy que, como regla general, no es muy partidario de las intervenciones públicas en la economía, y dejó claro que sólo respaldaría medidas de esta índole "en circunstancias excepcionales" y con total transparencia ante la opinión pública sobre los procedimientos y sus consecuencias.

"No soy muy partidario como regla general de las intervenciones públicas; creo que los gobiernos están para propiciar oportunidades y generar condiciones para que la sociedad pueda crear riqueza y empleo, lo cual no quiere decir que en circunstancias excepcionales no se puedan hacer intervenciones en temas muy concretos, pero con mucha claridad, transparencia, explicando muy bien los porqués de las decisiones que se toman y las consecuencias de esas decisiones", dijo en el transcurso de su intervención en los Desayunos Informativos de Europa Press.

En su opinión, lo que no se puede es "intervenir de matutes" sin que la gente sepa exactamente lo que puede ocurrir, "por eso ha pasado lo que ha sucedido en Estados Unidos". "Como regla general, no, en algunas ocasiones sí y explicando las cosas muy bien a la opinión pública", insistió.

Preguntado por el escenario de incertidumbre que se abre en la economía mundial después de que el Congreso rechazara anoche el plan de la Administración Bush para rescatar el sistema financiero, el líder del PP dijo que dicho plan, que había sido apoyado por los dos candidatos a las elecciones presidenciales tenía un objeto fundamental: dar confianza a los mercados y a los agentes económicos y sociales, pero por el momento no ha contado con la confianza y el respaldo de los congresistas del país.

"Probablemente, el plan que había planteado el presidente Bush no era una medida buena, pero no sabemos es si otras medidas distintas eran una alternativa mejor", reconoció Rajoy, quien dejó claro que no le gusta que los contribuyentes tengan que pagar "los excesos de otros".

En este sentido, recordó que el plan dedicaba 700.000 millones de dólares para intentar atajar la crisis, "lo que supone llegar al 12 ó 13% del PIB" de Estados Unidos. "Es evidente es que había una parte muy importante de los congresistas y de la sociedad americana que no veía de buen grado el tener que dedicar recursos que al fin y a la postre iba a poner el contribuyente para cubrir los excesos que se habían producido en su momento", explicó.

Pese a indicar que lo que puede suceder en el futuro es impredecible, señaló como probable que el Congreso, las autoridades monetarias, el responsable del Tesoro y el de la Fed hagan una propuesta en pocas fechas "e intenten aprobar algo que genere confianza en los mercados y dé una mayor credibilidad al sistema bancario", dijo.

LA BANCA ESPAÑOLA "GOZA DE BUENA SALUD"

Preguntado por si en una hipotética quiebra del sistema financiero español estarían garantizados los depósitos de los clientes, Rajoy no quiso entrar "en un debate de estas características", pero dejó claro que el Estado tiene unas normas que garantizan la recuperación de "determinados tipos de depósitos".

En cualquier caso, se mostró convencido de "la buena salud" de la que goza el sistema financiero español, independientemente de que ahora no conceda créditos "porque hay un problema de liquidez", y expresó también su convicción de que en España "no peligran los depósitos de nadie".

Respecto a si es partidario de que el Banco Central Europeo (BCE) recorte tipos para ayudar a reactivar la economía, Rajoy subrayó que

"la principal obligación del BCE es controlar los precios".

RESPALDA LA INDEPENDENCIA DEL BCE.

"Sobre este asunto hay muchas opiniones y debates. Estoy firmemente convencido que es bueno que haya una autoridad monetaria independiente de lo que se le pueda ocurrir a los gobiernos de turno. Por eso creo que hay que respetar lo que diga el BCE", subrayó.

Con todo, dijo no saber qué ocurrirá en las próximas fechas, porque la semana próxima hay una reunión entre los países europeos que forman parte del G-8 con el BCE y la Comisión Europea. "Pero creo que el BCE tiene una función. Ahora bien, en circunstancias excepcionales también puede haber medidas excepcionales siempre que se hagan con claridad, transparencia y fijación clara de objetivos", reiteró.

Al hilo de esta cuestión, afirmó, en alusión al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que "no es bueno ir diciendo por ahí que nos tiene envidia Italia o Francia, entre otras cosas porque es gratuito y no nos sirve para nada, no vaya a ser que el G-8 se amplíe a 13 y aparezcan por ahí Brasil, México, China, India y Suráfrica y algunos sigamos generando muchas envidias pero no estemos ni en el G-8 ni en el G-13. Eso es lo que no es bueno", apuntó.