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MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
El consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, sostuvo hoy que el fondo de liquidez del Gobierno de hasta 50.000 millones de euros para bancos y cajas "no son ayudas" del Estado, sino créditos del Tesoro para las entidades que se cobrarán al precio establecido en las correspondientes subastas.
Sáenz, que participó en el XI Congreso Nacional de la Empresa Familiar, indicó que el Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF) celebrará la primera subasta el próximo 20 de noviembre por importe de 5.000 millones de euros, y que todavía no se conoce el tipo de interés definitivo. "Veremos a qué precio sale", dijo el consejero delegado, tras recordar que cada entidad sólo podrá aspirar a hacerse con 500 millones de euros en esta primera fase de la puja.
Según Sáenz, las medidas de apoyo al sistema financiero articuladas por el Gobierno, tanto el FAAF como los avales a la banca, "no son ayudas" para las entidades, sino que contribuirán al normal desarrollo de la actividad crediticia de aquellos bancos y cajas que tengan "más apreturas de liquidez".
En este sentido, el consejero delegado recalcó que facilitar el buen funcionamiento de la liquidez de las entidades redundará en beneficio de ciudadanos y empresas, aunque consideró prematuro aventurar qué efecto tendrán dichas medidas sobre la economía real y en qué plazo.
Sáenz afirmó que en España "no existe un problema urgente de liquidez", ya que la mayoría de las emisiones de deuda vencen en 2012 y la financiación es diversificada y a largo plazo, pero estimó que debe cerrarse progresivamente la brecha entre los depósitos y los créditos, en detrimento de los segundos.
LOS CRÉDITOS SERÁN MÁS CAROS.
Según explicó, las entidades no han dejado de conceder préstamos, pero el progresivo aumento de la morosidad y las persistentes dificultades para acceder a la liquidez encarecen los créditos. "Tenemos que cobrar más caro a los clientes", porque el aumento del coste de los créditos y de las primas de riesgo incrementan los diferenciales, explicó.
En cualquier caso, negó en redondo que la banca haya cerrado el grifo de los préstamos, si bien reconoció que las entidades han endurecido los criterios de concesión de préstamos. "No es cierto que la banca no preste, hay menos demanda", dijo Sáenz, quien reconoció que algunos clientes "tienen serios problemas para pagar o para pagar a tiempo", lo que hace necesario "elegir mejor a quién se presta".
A su parecer, "está claro que hay menos demanda" por parte de las familias y de las empresas a raíz de la desaceleración de la economía y que "toca ser más prudente", por lo que "hay que ser más selectivo, pero se sigue prestando".
El consejero delegado del Santander también recordó que la banca española no tiene problemas de solvencia y que se encuentra en una posición sólida para hacer frente a los retos que se le presenten, gracias a la prudente política de provisiones establecida por el Banco de España, y gracias a su capital de buena calidad y su amplia cobertura de la morosidad.
