MADRID, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Ministros aprobó hoy siete Reales Decretos que incluyen quince certificados de profesionalidad, que son las acreditaciones de las competencias profesionales que capacitan para el desarrollo de una actividad laboral. Con éstos, los certificados aprobados ascienden a casi un centenar desde su regulación en enero de 2009.
Los certificados de profesionalidad y su formación asociada acreditan las cualificaciones profesionales de quienes los han obtenido y serán expedidos por la Administración competente, con carácter oficial y validez en todo el territorio nacional.
Vienen determinados por acciones de formación o por el procedimiento de evaluación y acreditación de las competencias profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral o de vías no formales de formación al que se podrían presentar, potencialmente, hasta diez millones de trabajadores.
Estos quince certificados se estructuran en las siguientes familias profesionales: Instalación y mantenimiento (cuatro certificados), Imagen personal (dos), Imagen y sonido (dos), Industrias alimentarias (tres), Marítimo pesquera (dos), Seguridad y medioambiente (uno) y Servicios socioculturales y a la comunidad (uno).
CRITERIOS DE ELABORACIÓN
Para la elaboración de estos certificados se han tenido en cuenta varios criterios. En concreto, la incidencia económica de estos sectores productivos en el mercado laboral, la demanda de trabajadores cualificados y ausencia de oferta formativa, o bien que dicha oferta no responda a las necesidades reales del mercado laboral.
Además el Gobierno tiene en cuenta el surgimiento de actividades laborales ligadas a la ley de promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia, la aparición de actividades laborales ligadas a la Ley para el desarrollo sostenible del medio rural, el establecimiento de formación asociada a actividades laborales relacionadas con el desarrollo sostenible del medio ambiente, el patrimonio natural y la biodiversidad, y el desarrollo de áreas profesionales completas dentro de las familias, de modo que se pueda tratar con coherencia la transversalidad en la formación.
