MADRID, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
La organización sindical UGT ha hecho hincapié en que el aumento del salario mínimo a 1.000 euros en 2020 es "una acción necesaria", puesto que los aumentos de esta renta laboral básica de los últimos años "no han tenido impacto negativo relevante en términos agregados sobre la creación de empleo".
En esta línea, UGT asegura que, pese a la mejora salarial, siguen creciendo las desigualdades por la precariedad laboral, según se desprende de un estudio realizado por el sindicato a partir de datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
En concreto, la formación liderada por Pepe Álvarez ha afirmado que pese a la mejoría de los salarios y el notable aumento del salario mínimo que se registró en 2018, "la dispersión salarial no se redujo en ese año.
Así, el salario medio del 10% de personas asalariadas con mayores retribuciones es diez veces superior al obtenido por el 10% con peores salarios.
Tras alcanzar la ratio más elevada en 2015 (11,4 veces), en los últimos tres ejercicios apenas ha variado, y sigue estando 2,7 veces por encima de la proporción que existía en 2007, antes de la recesión.
El sindicato asegura que desde 2009 las personas con los estratos retributivos más bajos han sido las que han sufrido una mayor pérdida.
Así, explica que, si se observan las variaciones salariales nominales acumuladas hasta 2018, solo las personas situadas en el primer decil vieron cómo sus salarios caían (-3,2%), mientras que en los demás deciles crecían. La mayor subida se registró en el decil 10, el de mayores retribuciones (+9,8%).
No obstante, ha remarcado que, al descontar la inflación, se aprecia que los salarios reales cayeron en todos los deciles, por lo que se perdió, de manera generalizada, poder de compra. "Esta caída fue inversamente proporcional al nivel salarial (mayor en los menores), castigando a lo que están en el primer decil con una pérdida de poder adquisitivo del 12,3%", ha explicado UGT.
Por tipo de contrato, ha señalado que también existen "elevadas" diferencias salariales, puesto que los temporales ganan un 35,1% menos que los indefinidos y el salario de quienes tienen jornada parcial es un 65,7% inferior a quienes trabajan a jornada completa, lo que muestra como, según UGT, "la precariedad laboral es fuente fundamental de desigualdad económica y social".