Economía/(Ampl.).- Economía dice que el IPC podría cambiar de rumbo en agosto para cerrar el año por debajo del 4%

Actualizado: miércoles, 13 agosto 2008 16:12

Dice que la inflación podría situarse por debajo del 3% en 2009, siempre "con el permiso del petróleo"


MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -

El secretario de Estado de Economía, David Vegara, aseguró hoy que de mantenerse la moderación del precio del crudo, el IPC podría haber "tocado techo" en julio, con lo que se observaría un "cambio de tendencia" en la evolución de los precios en agosto, hasta cerrar el año con una tasa de inflación por debajo del 4%.

En rueda de prensa para valorar los datos del IPC de julio, Vegara afirmó además que, siempre que se reduzcan o se mantengan los precios del petróleo, podría producirse una "relativamente rápida" moderación de los precios, hasta volver a niveles de inflación inferiores al 3% a lo largo de 2009.

Tras insistir en que el Gobierno no prevé una contracción de la economía, puntualizó que la desaceleración del PIB no tendrá impacto negativo en términos de presión de demanda, con lo que "ayudará a descensos posteriores adicionales" de la inflación.

Con todo, a la espera de la evolución futura de la inflación, Vegara reconoció que el dato de julio (+5,3%), el peor desde diciembre de 1992, "no es positivo".

Si bien, explicó que dos de las tres décimas ganadas desde el mes pasado se explican por los componentes relacionados con la energía y el restante por el turismo, especialmente por el encarecimiento del transporte aéreo, los hoteles y los viajes organizados. Además, recordó el efecto negativo que ha tenido el "puntual" repunte de las taridas eléctricas en julio.

Con todo, el secretario de Estado de Economía recordó el carácter internacional del repunte de la inflación, precisamente por su vinculación a los precios energéticos. Así, precisó que el hecho de que el diferencial de inflación con la Unión Económica y Monetaria se mantenga en 1,2 puntos porcentuales (si se confirma el dato flash de Eurostat, que apunta a un IPC del 4,1% en la zona euro en julio) demuestra que el incremento no afecta "de forma exclusiva" a España.

BUENAS NOTICIAS.

Por otro lado, Vegara aseguró que las perspectivas abiertas por el descenso del petróleo en las últimas semanas son "positivas", ya que la última caída de los precios energéticos (-20%), cuyo impacto se verá tamizado por la apreciación del dólar frente al euro durante este periodo (+7,5%), permitirá un "alivio" de algo más del 12,5%, en términos de precio de barril en euros.

No obstante, reconoció que el efecto de la caída del crudo sobre los precios, por ejemplo de la gasolina, que en paralelo sólo se ha abaratado un 5%, no está siendo proporcional. Según explicó, esto es así porque "siempre hay un desfase temporal entre subidas y bajadas y lo que es el coste en gasolinera de los carburantes".

Por ello, Vegara aseguró que las últimas caídas del precio de petróleo tendrán "reflejo" en los precios finales durante "las próximas semanas". "Si observaramos que pasado un tiempo prudencial no se ven reflejados estos descensos" investigaríamos el asunto, en particular la Comisión Nacional de Competencia (CNC)", apostilló.

Con todo, el secretario de Estado de Economía, recordó que, dado que la inflación podría mejorar "rápidamente", siempre "con el permiso del petróleo", el Gobierno mantiene una "preocupación constante y permanente" respecto a los posibles efectos de segunda ronda que trasladen los incrementos de precios al resto de la economía. "Es muy importante que no permitamos de forma colectiva que el aumento del IPC se acabe trasgregando a efectos de segunda ronda" apostilló.

MEJORAS FUNDAMENTALES.

En cualquier caso, Vegara precisó que, al margen de los precios de energéticos y de los alimentos frescos, lo cierto es que los niveles de inflación se han visto perjudicados en los últimos años por unas grandes presiones de la demanda, junto a un funcionamiento de los mercados que "debe mejorarse".

Por ello, consideró "fundamental" abordar cambios en la instrumentación de la política de la defensa de la competencia, así como una mayor dinamización del sector servicios, que explica un 70% del diferencial de inflación con el resto de los países de la eurozona en los últimos diez años.