No pone fecha al ajuste económico aunque asegura que los dos próximos años tienen una "difícil solución".
MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Círculo de Empresarios consideró hoy que las medidas propuestas por el Gobierno para hacer frente a la desaceleración son "insuficientes" y pidió al Ejecutivo que controle "con rigor" las políticas de gasto no productivo de cara al futuro.
En una rueda de prensa, el presidente del Círculo, Claudio Boada, aseguró que tanto el Estado como las comunidades autónomas tendrán que controlar el gasto, aunque reconoció que España dispone de cierto margen para incrementar las partidas de algunos componentes del gasto social, como en materia de pensiones.
Para Boada, las medidas que está preparando el Ejecutivo para afrontar la desaceleración económica son "discutibles e insuficientes" para paliar los efectos de la crisis, porque no pueden retrasar en ningún caso las decisiones de política económica estructural que reclama el cambio de modelo económico en el que está inmerso España.
El presidente del Comité de Política Económica del Círculo, Fernando Eguidazu, coincidió con Boada en que las reformas coyunturales que aprobará mañana el Gobierno pueden "aliviar ligeramente" la situación actual, pero no solucionarla, y apostó también por reformas estructurales que favorezcan el tránsito hacia el nuevo modelo de crecimiento de la economía española basado en la productividad y la competitividad.
En concreto, se decantó por un pacto de Estado en materia energética, por ser uno de los principales problemas de la economía española, y apostó por abordar la liberalización del sector y cerrar el debate sobre la energía nuclear. "España no puede permitirse el lujo de suprimir ni de reducir el peso de las nucleares", subrayó.
Asimismo, defendió una nueva reforma laboral que incluya una revisión del sistema de negociación colectiva, de los costes de contratación y el fomento de la contratación a tiempo parcial. Consideró que generar empleo y rebajar la tasa de paro será uno de los principales objetivos del nuevo Gobierno.
En este sentido, apostó también por seguir fomentando la entrada de inmigrantes en España, sobre todo de los más cualificados, para favorecer el funcionamiento del mercado laboral nacional, aunque insistió en la necesidad de hacerlo de "forma controlada".
Además, se mostró partidario de mejorar el funcionamiento del sistema judicial en España, garantizar la independencia de los organismos regulatorios y alcanzar otro pacto de Estado en materia de Educación, para mejorar la calidad de la misma.
Finalmente, apostó por definir un nuevo marco regulatorio más simplificado en España y por abordar el problema de la financiación autonómica porque, a su juicio, en España existe un importante problema de coordinación y de unidad de mercado.
Eguidazu insistió en que estas reformas estructurales deben ser "lo más urgente" para hacer frente a la desaceleración de la economía, porque las reformas coyunturales que propone el Gobierno no solucionarán los problemas a largo plazo.
LOS 400 EUROS NO SON LA SOLUCIÓN.
En este sentido, consideró que la ayuda de 400 euros es otra medida paliativa del Gobierno que no resuelve los problemas de los españoles, y se mostró partidario de una reforma fiscal "más completa" concentrada en subir los mínimos exentos para aliviar a las rentas más bajas del país.
En esta misma línea, apostó por una rebaja del Impuesto de Sociedades como medida dinamizadora de la economía, por mejorar la fiscalidad del ahorro, al tiempo que descartó cualquier rebaja de IVA debido a la actual coyuntura. "No es deseable", señaló.
Por otros lado, tanto Boada como Eguidazu consideraron que España está atravesando un periodo "que empieza a parecerse" a la estanflación, la peor situación para cualquier economía porque provoca efectos contradictorios en las medidas que los gobiernos puedan poner en marcha.
ESPAÑA, PEOR QUE OTROS.
Ambos consideraron que la actual situación española es "preocupante" y "peor" que la de otros países debido a los altos niveles de precios, la rigidez del mercado laboral, la dependencia energética, la rigidez del mercado educativo y la falta de unidad de mercado.
Aseguraron que no se puede poner fechar al periodo de ajuste que atraviesa la economía española, aunque admitieron que no será un ajuste "corto" y que el 2008 y el 2009 "tienen difícil solución".
En este sentido, Eguidazu no quiso lanzar una previsión de crecimiento de cara al futuro, aunque aseguró que si en el primer trimestre la economía ha crecido por debajo del 3%, a final de año lo hará "mucho más claramente por debajo de ese 3%".
