ESTRASBURGO (FRANCIA), 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
El eurodiputado del Partido Popular Juan Naranjo aplaudió hoy el rechazo de la Eurocámara a las 65 horas semanales y pidió al Gobierno español que sea "más activo" entre sus socios comunitarios en la defensa de los derechos de los trabajadores para parar definitivamente esta norma.
"Hemos votado en defensa del modelo laboral español y del modelo social europeo y en contra de una propuesta que contaba con el apoyo de una amplia mayoría de gobiernos europeos a pesar de que, en nuestra opinión iba en contra de los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)", afirmó el portavoz del PP en la comisión de Empleo y Asuntos Sociales de la Eurocámara a través de un comunicado.
El eurodiputado popular manifestó que la flexibilidad laboral que necesitan empresas y trabajadores "no justifica ampliar la duración del tiempo de trabajo semanal" y subrayó que la propuesta de directiva contenía suficientes excepciones para atender "a las pautas estacionales, a las puntas de producción y a las exigencias de algunas actividades de sobrepasar la jornada laboral de 48 horas por semana como para derogar sin más ese criterio, que es uno de los elementos fundamentales de la propuesta".
Naranjo resaltó, además, que el día que los ministros de Empleo de la UE adoptaron la propuesta que ahora ha frenado el Parlamento Europeo "fue un mal día para el diálogo social". "Es bueno reformar, pero también conservar aquello que une más y divide menos, aquello que refuerza a Europa y aquello que pueda hacer que la Europa social salga del reto que tiene por delante fortalecida, avanzando de la mano en el progreso económico y en el progreso social, que por separado no pueden sobrevivir", dijo.
El eurodiputado del PP exigió al Gobierno español que "sea más activo" a partir de ahora en defensa de los derechos de los trabajadores y que "haga los deberes con más eficacia" en el Consejo de ministros de la UE, en donde según recordó no consiguió conservar la minoría de bloqueo suficiente para parar esta reforma a pesar de que eran necesario muchos menos votos que en el Parlamento Europeo.
