BRUSELAS, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, dijo hoy que los llamados 'déficit gemelos' de Estados Unidos --el fiscal y el exterior-- "están en el origen" de las actuales turbulencias financieras y pidió al Gobierno norteamericano que cualquier iniciativa que apruebe para hacer frente a la crisis deben tener como guía la reducción de estos desequilibrios.
"Todas las medidas que adopten (las autoridades norteamericanas) deben ir orientadas a la reducción de los desequilibrios exteriores y fiscales y al aumento de nivel de ahorro interno en EEUU, tanto en el sector público como en el privado", afirmó Almunia en la rueda de prensa posterior a la reunión de ministros de Economía de la UE.
El comisario de Asuntos Económicos reiteró que los fundamentos de la economía europea son "sólidos" gracias a una posición positiva por cuenta corriente, un nivel de ahorros que permite financiar las necesidades de inversión, la consolidación presupuestaria y la ausencia de hipotecas basura. "Estamos bien preparados para capear esta situación, aunque no podemos ignorar los riesgos de que nuestras tasas de crecimiento se vean afectadas por las turbulencias", señaló.
En este sentido, Almunia destacó que la tasa de crecimiento de la economía europea "no será tan alta como esperábamos en noviembre" (2,2% para la eurozona y 2,4% para el conjunto de la UE) pero se situará cerca del potencial (es decir, cerca del 2%). "Se seguirá creando empleo y el paro se mantendrá en niveles históricamente bajos", agregó.
Por estos motivos, el comisario de Asuntos Económicos reclamó una reacción de "calma y serenidad" ante el hundimiento de las bolsas y pidió que "no se reaccione de manera exagerada". Recordó que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) permite que los "estabilizadores automáticos" jueguen su papel, es decir, que aumente el gasto público, cuando el crecimiento empieza un periodo de ralentización.
Almunia se mostró contrario a una "intervención coordinada" de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo (BCE) para reducir los tipos de interés y eludió pronunciarse sobre si el BCE debería abaratar el precio del dinero para hacer frente a la crisis.
