MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Cepyme, Jesús Bárcenas, pidió hoy al Ejecutivo que promueva y fomente fuentes alternativas de acceso a la financiación de las pequeñas y medianas empresas españolas (pymes), con el objetivo de reducir así su exposición al crédito de las entidades financieras en un momento como el actual.
Así lo puso de manifiesto durante su intervención en la jornada 'Los Presupuestos del Estado frente a la crisis' de la Asociación para el Progreso y la Dirección (APD), que centró en la necesidad de garantizar la liquidez a las pymes por ser una parte fundamental de la economía española.
Bárcenas recordó que las pymes representan el 99% de las empresas españolas y que tienen un elevado grado de participación en la economía, ya que suponen dos tercios del valor añadido total y el 80% del empleo. Además, destacó su papel en la generación de nuevas iniciativas empresariales y en la consolidación de las que ya existen.
Asimismo, aseguró que las pymes han incrementado notablemente su posición en el mercado, pero advirtió de que su consolidación en el mismo "no es tan sencilla", y menos aún en un contexto como el actual, motivo por el que consideró "determinante" el acceso a la financiación.
Ante este escenario, Bárcenas propuso que se adopten las medidas necesarias para hacer frente a la crisis diseñando "diligentemente" los instrumentos adecuados que permitan mantener la actividad en las pymes y los autónomos.
En concreto, planteó la necesidad de llevar a cabo nuevas iniciativas que garanticen el acceso a la financiación de las pymes, algo que, a su parecer, tiene que ser una prioridad "máxima" frente a la crisis.
Además, se refirió a actuaciones encaminadas a mejorar el acceso a canales habituales de financiación, y apostó por que en la compra de avales por parte del Estado, predominen los préstamos vinculados a la actividad de las pymes.
PIDE RAPIDEZ Y TRANSPARENCIA.
Pidió el "rápido desarrollo" de estas medidas, aunque advirtió de que dicha "prontitud" se enfrenta a la necesidad de transparencia que requiere la gestión de fondos públicos para hacer frente a la crisis.
Finalmente, pidió confianza en las pequeñas y medianas empresas a la hora de afrontar la crisis y aseguró que la sociedad puede confiar en el "buen hacer" de las pymes para superar un momento como el actual.
En cuanto a la situación económica, aseguró que, a nivel global, podría convertirse en uno de los episodios de crisis "más importantes" desde la depresión de los años 30, y recordó que algunos incluso apuntan a que se trata de una crisis financiera "sin precedentes".
Por su parte, la directora del Servicio de Estudios de la CEOE, Evita Pereira, aseguró que la economía podría "empezar a ver la luz al final del túnel" a partir de la segunda mitad del próximo año si se mantiene la senda de moderación del petróleo, la inflación y los tipos de interés, pero de no ser así, podría decrecer entre un 1% y un 1,5%.
No obstante, durante su intervención en la jornadas sobre Presupuestos de la APD señaló que, de recuperarse por la persistencia de las actuales condiciones, las tasas de crecimiento serían "muy leves".
LA TASA DE PARO EN EL 16% AL CIERRE DE 2009.
Además, la patronal estima que el déficit público podría alcanzar el 3% del PIB en 2009, mientras que la tasa de paro se dispararía hasta niveles del 15% ó 16% al final del año, tras una caída del empleo de entre el 2% y el 3%, lo que afectaría a entre 400.000 y 600.000 personas.
Ante estas previsiones, Pereira aseguró que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2009 se basan en una serie de previsiones macroeconómicas que "no son realistas" y son, por tanto, "optimistas" en todos sus componentes.
Más concretamente, la CEOE considera que las cuentas estatales para 2009 presentan un gasto social expansivo, en detrimento del incremento de las inversiones, especialmente en infraestructuras, por lo que podrían estar cerrando el paso a una economía más competitiva.
Además, la patronal alertó de que el contexto económico conllevará una caída de los ingresos por recaudación impositiva, cuyo peso sostendrán especialmente los impuestos directos. Nuevamente, Pereira consideró que la fiscalidad debe favorecer la competitividad y apostó por la deflactación del IRPF, ya que no hacerlo supondrá incrementar la presión fiscal.
A la vista de la situación, la CEOE demandó que se amplíen las bonificaciones a la contratación indefinida hasta 2010, ampliar la inversión en infraestructuras y una "apuesta presupuestaria "mucho más sólida" a la internacionalización de las empresas. "El estado cada vez gasta menos en inversión", subrayó.