El consejero italiano del BCE advierte de que mantener los tipos muy bajos demasiado tiempo provoca una "recuperación artificial"
LISBOA, 20 Nov. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -
El Banco Central Europeo (BCE) pondera nuevos recortes en los tipos de interés en función de los acontecimientos, según el italiano Lorenzo Bini-Smaghi, uno de los seis miembros del Consejo Ejecutivo del banco que define la política monetaria europea, en entrevista al diario luso "Público".
En la última reunión del BCE se discutió la opción de realizar un recorte de 0,75 puntos, aunque al final se quedó en 0,5. Sin embargo, Bini-Smaghi no descarta la posibilidad de realizar más recortes. "Hemos dicho que ésa es una posibilidad. Podrá haber más recortes de tipos, dependiendo de cuales serán los acontecimientos", afirmó.
En su opinión, lo que "es importante es que la reducción de tipos de interés se refleje completamente en el sistema financiero para los utilizadores finales", y para que "eso ocurra es necesario que los bancos tengan en cuenta nuestras decisiones y que las implanten. Ellos han sido lentos al hacerlo, y nosotros no queremos sustituir al sistema bancario", argumentó.
El consejero del BCE explicó que además de apelar a los bancos también está colocando operaciones de refinanciación con tipos fijos, del 3,25%, mientras que el Euribor a tres meses está ligeramente por encima del 4%. "Por tanto, hay oportunidades para el arbitraje. Los bancos pueden pedir prestado al BCE y después prestarle al mercado. Hay oportunidades claras", afirmó.
Desde que el presidente del BCE, Trichet envió el mensaje a los bancos se han registrado mejoras en el interbancario. "El Euribor está bajando, de forma lenta, cinco o seis puntos todos los días. En el último mes bajó cerca de 100 puntos básicos. Ahora bien, la mejoría registrada todavía no es la esperada".
Desde su punto de vista, Europa "no corre el riesgo de quedar como Japón", sin margen de maniobra. "Lo que debe ser una preocupación es evitar la situación vivida en las economías occidentales y en que los tipos de interés se quedaron demasiado bajos durante demasiado tiempo", afirmó.
"Es por eso", dijo, "que se debe tener una orientación a medio plazo en la política monetaria y mirar la evolución de la inflación, no mes a mes, pero sí en los próximos 18 meses. Es aquí donde se proyecta una reducción, para niveles más próximos del 2%. No prevemos un proceso de deflación", explicó.
DEFIENDE LA ACTUACIÓN EL BCE.
El BCE bajó los tipos de interés en un punto porcentual en apenas un mes y Bini-Smaghi considera que la medida no se adoptó demasiado tarde para evitar la recesión, ya que el objetivo del BCE "es mantener la estabilidad de precios y la verdad es que las presiones inflacionistas estuvieron subiendo durante la primera mitad del año".
"La inflación en la zona euro había subido por encima del 4%, todo el mundo estaba insatisfecho con eso, las expectativas de inflación estaban subiendo. Nadie esperaba un debilitamiento tan abrupto de la economía, nadie esperaba lo que le ocurrió a Lehman Brothers. Es muy fácil juzgar lo que ocurrió después de haber ocurrido. En el momento, las medidas que tomamos eran adecuadas para poder retomar el control de las expectativas de la inflacción", justificó.
Bini-Smaghi reconoció que el BCE se vio totalmente sorprendido por la crisis financiera. "Sí, especialmente después de la quiebra de Lehman Brothers, que creó una restricción abrupta de los mercados financieros y una crisis de confianza. Los indicadores de confianza de los consumidores y de las empresas entraron en colapso a partir de septiembre. Esto fue un desarrollo totalmente inesperado en el mercado financiero".
PRUDENCIA PARA EVITAR RECUPERACIONES ARTIFICIALES.
Respecto al futuro, Bini-Smaghi consideró que "la política monetaria tiene que ser prudente" y hay que "evitar que al resolver los problemas de hoy, y mirar sólo para cuestiones financieras, se creen los problemas de mañana".
En su opinión, "si los tipos de interés son demasiado bajos por demasiado tiempo se crea una recuperación artificial y una estabilidad de los mercados artificial, que lleva a la próxima crisis", tal como, en parte, ocurrió en la última década.