Economía/Macro.-El Círculo de Empresarios cree que el sistema de pensiones no quebrará, pero apuesta por un modelo mixto

Actualizado: martes, 16 junio 2009 15:07

Aboga por evolucionar hacia un sistema de capitalización cada vez más avanzado y por garantizar un nivel mínimo a través del reparto


MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Círculo de Empresarios, Claudio Boada, destacó hoy las debilidades del actual sistema de pensiones y apostó por reformarlo cuanto antes para evolucionar hacia un modelo mixto de reparto y capitalización, a pesar de que el sistema no quebrará en el futuro.

En una rueda de prensa, Boada consideró "necesaria" la reforma porque el envejecimiento de la población es un "proceso imparable" y "muy intenso" en España que hace que se vaya incrementando progresivamente la tasa de dependientes y la de pensionistas, mientras se reduce la de la gente en edad de trabajar. "Una ecuación que casa con dificultad", subrayó.

Sin embargo, se mostró convencido de que el sistema no quebrará en el futuro, aunque consideró que el importe de las prestaciones no será sostenible si no se acometen las reformas necesarias que tienen que dar lugar a un nuevo modelo que promueva la responsabilidad personal, que garantice la libertad individual y que sea justo, sostenible y financiable.

"Hay que hacer la reforma sí o sí", dijo Boada, quien consideró que el Gobierno cada día es más consciente de la actual circunstancia a pesar de que se hagan declaraciones cortoplacistas, sobre todo en periodo de elecciones. "Habrá un cambio", aseveró, tras destacar el valor de la Comisión del Pacto de Toledo y resaltar que el cambio se tiene que hacer desde el consenso y el acuerdo entre partidos y organizaciones. "No dudo de que se va a producir", añadió.

Por su parte, el presidente del Comité que ha elaborado el documento del Círculo, Ignacio Eyries, aseguró que el sistema presenta graves problemas a corto plazo que no se pueden solucionar incrementado la presión fiscal ni aumentando las cotizaciones. En este sentido, descartó la posibilidad de subir el Impuesto de Sociedades, el IVA o el IRPF porque lo único que conseguirían es mermar la capacidad de ahorro de los ciudadanos. "Ni en las cotizaciones ni en los impuestos está la solución", subrayó.

De esta forma, apostó por desarrollar esquemas de capitalización a través de la creación de un sistema mixto, con una parte de capitalización y otra de reparto basado en tres soportes: uno que garantizaría un nivel de vida mínimo a través del sistema de reparto actual, un sistema de capitalización obligatorio al que contribuirían empleadores y trabajadores en el caso de empleados con ingresos de un nivel determinado, y uno que consistiría aportaciones voluntarias a planes y fondos de pensiones.

CAMBIOS EN EL SISTEMA DE REPARTO.

La parte de reparto tendría que perder algo de peso para que el de capitalización tenga cabida y requeriría algunas modificaciones, como la introducción de incentivos para la prolongación de la vida laboral más allá de los 65 años, nuevas fórmulas para el cálculo de la base reguladora para tener en cuenta una mayor parte de la vida laboral, la creación de límites para las pensiones más altas o el establecimiento de cuentas nocionales.

El segundo soporte habría que implantarlo de forma gradual y estaría gestionado por una entidad pública o privada que invertiría las aportaciones y respondería ante la Administración. El tercer soporte, por su parte, habría que impulsarlo mediante un tratamiento fiscal incentivador con el objetivo de generar un complemento a las pensiones para todos los que quieran realizar este ahorro.

UN SISTEMA SIMPLE, FINANCIABLE Y SOSTENIBLE.

Según Eyries, con esta reforma los jubilados recibirían una pensión similar a la actual, pero se conseguiría además promover la responsabilidad personal como elemento básico, un sistema que garantice la libertad y justicia y un modelo simple, financiable y sostenible, que no supondría una pesada hipoteca para el futuro y que debería sustentarse en un consenso social amplio y duradero en el tiempo.

Asimismo, permitiría corregir algunos de los principales defectos del sistema actual, como la aparente fortaleza, la escasa responsabilidad del trabajador, la limitación de opciones y la falta de compatibilidad entre intereses individuales y colectivos.

"La economía está preparada para desarrollar este tipo de esquema", subrayó Eyries, quien destacó también la importancia de que los cambios en el sistema vayan acompañados de las reformas estructurales que necesita la economía española en el ámbito de la Educación, el mercado de trabajo, la creación de empleo y la conciliación.