Economía/Macro.- Ocaña dice que los 400 euros reducen el superávit pero no anulan el margen de maniobra del Gobierno

Actualizado: martes, 24 junio 2008 16:06

Precisa que la congelación salarial afectará a los ministros, los subsecretarios, los secretarios y los directores generales


MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, aseguró hoy que la deducción de 400 euros en el IRPF, una de las medidas 'estrella del Ejecutivo para hacer frente a la desaceleración económica, es una iniciativa "costosa" que reduce considerablemente el superávit del Estado, pero que no anula el margen de maniobra del Gobierno para tomar otras medidas.

Durante su comparecencia en la primera Comisión de Presupuestos del Congreso n esta legislatura, Ocaña recordó que el margen de endeudamiento de España es reducido y que dispone de unas cuentas públicas saneadas, lo que, según Ocaña, otorga margen al Ejecutivo para gastar "cuando sea necesario".

En declaraciones a los medios al finalizar la Comisión, el secretario de Estado aseguró que el superávit que ha acumulado el Gobierno en los últimos cuatro años "no era un fin en sí mismo", sino que el objetivo era disponer de este margen para poder recurrir a él en momentos menos favorables, como los actuales. Aún así, recordó que el objetivo del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a medio plazo sigue siendo mantener la estabilidad presupuestaria.

En este sentido, explicó que el descenso del 80% del superávit hasta mayo responde a la situación económica y a la adopción de medidas para frenar la actual coyuntura. En concreto y sobre el descenso de la recaudación del Impuesto de Sociedades, Ocaña explicó que se debe, en parte, a los menores beneficios de las empresas en este ejercicio.

MODULAR LAS MEDIDAS CONTRA LA CRISIS.

Ocaña aseguró que el Gobierno es totalmente consciente de la situación que atraviesa la economía, y recordó que el compromiso del Ejecutivo pasa por reconocer una situación difícil y complicada, transmitir confianza a los ciudadanos y diseñar una política económica que permita que el ajuste se produzca de la forma más rápida posible.

Preguntado por la posibilidad de adoptar nuevas medias en el futuro y tras repasar las que ya ha puesto en marcha el Ejecutivo, Ocaña aseguró que "tan malo" sería no hacer nada como sobrerreaccionar a la desaceleración, por lo que insistió en que hay que "modular las medidas". "Las intervenciones precipitadas pueden perturbar el ajuste natural de la economía y empeorar las cosas", indicó.

En este sentido, explicó que el Ejecutivo no ha rebajado el Impuesto de Sociedades porque considera que se trata de un tributo con una "presión moderada" y que está "en un nivel razonable". Asimismo, rechazó futuras rebajas en las cotizaciones sociales para evitar poner en peligro la viabilidad financiera de la Seguridad Social. "Sería inadecuado adoptar estas medidas en una situación que no las requiere", indicó.

TRABAJAR DESDE EL CONSENSO.

A pesar de todo y tras varias preguntas de los grupos parlamentarios, Ocaña puso de manifiesto la disposición del Gobierno para trabajar desde el consenso con los grupos políticos en el futuro y explicó que, hasta ahora, el Ejecutivo ha actuado en solitario porque el riesgo de buscar consensos es retrasarse.

En cuanto a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el 2009, Ocaña recordó que reflejarán la austeridad en el gasto público, aunque con excepciones, ya que el gasto social se mantendrá porque, a su parecer, es "esencial" en un época como ésta.

Sobre el límite de gasto que ha marcado el Ejecutivo para el 2009 que esta tarde se someterá a votación en el Senado, Ocaña aseguró que sigue siendo "el correcto y razonable" a pesar de las últimas previsiones económicas que sitúan el crecimiento por debajo del 2% en 2008.

REFORMA DE LA FINANCIACIÓN "CUANTO ANTES".

Preguntado por CiU sobre la negociación de financiación autonómica, Ocaña reiteró que la intención del Gobierno es poner encima de la mesa una propuesta a la Comunidades Autónomas (CC.AA.) lo antes posible, aunque recordó que el resultado final de la negociación tiene que ser fruto del consenso de todos. "Los acuerdos llegarán cuando lleguen, ojalá sea pronto", indicó.

Por otro lado, explicó al diputado del PP Vicente Martínez Pujalte una de las medidas que aprobó ayer el Ejecutivo sobre la austeridad que asumirá el Gobierno en una etapa de desaceleración.

En este sentido, Ocaña reiteró que la oferta de empleo público se reducirá en un 70%, aunque lo hará de una forma selectiva porque no toda la Administración tiene las mismas necesidades, y aseguró que en algunos sectores se llegará incluso a congelar esta oferta de empleo.

También le explicó que la congelación de los sueldos de los altos cargos afectará a los ministros, los subsecretarios de los Ministerios, los secretarios y los directores generales.

Por su parte, Pujalte, consideró que al Gobierno le falta "credibilidad económica" y le acusó de mantener una expectativa económica para llegar a las elecciones del 9 de marzo. Aún así, se comprometió a ejercer una oposición responsable en materia económica y resaltó la necesidad de llegar a un gran acuerdo en materia económica para tomar "medidas serias" que permitan afrontar este periodo.

CIU: "DESORIENTACIÓN Y FALTA DE CRITERIO".

El portavoz de economía de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Sánchez Llibre, consideró que el Gobierno está ofreciendo una imagen de "desorientación y falta de criterio" en política presupuestaria y económica, y aseguró que su partido le interpelará para poner encima de la mesa la disconformidad de CiU con las medidas del Gobierno y para pedir el Ejecutivo un diagnóstico "serio y claro" sobre la situación económica.

El diputado del PNV Pedro Azpiazu coincidió con Pujalte en la necesidad de tomar nuevas medidas económicas desde un consenso mayoritario más amplio. "El Gobierno lo está haciendo relativamente mal", denunció, para después de señalar que se trata de medidas con un impacto menor que consumirán un margen de maniobra "muy importante".

Finalmente, el diputado socialista Francisco Fernández Marugán recordó que España está atravesando un ciclo "intenso y de evolución distinta" y reconoció que el Gobierno tendrá que lidiar una situación "difícil, complicada, un ciclo de actividad a la baja con velocidad de caída importante", aunque aseguró que España será capaz de evitar que se contraiga del todo "la musculatura de la economía".