Economía/Macro.- Ocaña dice que la revisión a la baja de las previsiones no afectará a los PGE, que son "razonables"

Actualizado: jueves, 13 noviembre 2008 12:27

No comparte las previsiones del BBVA, aunque cree posibles las estimaciones del Banco de España sobre el tercer trimestre


MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, aseguró hoy que la revisión de previsiones que acometerá el Ejecutivo en las próximas semanas no afectará al proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2009, que sigue siendo "razonable" para afrontar la crisis económica.

Así lo puso de manifiesto en las jornadas 'Los Presupuestos del Estado frente a la crisis' organizadas por la Asociación para el Progreso y la Dirección (APD), donde admitió que el deterioro de la economía está generando una desaceleración rápida del crecimiento.

Ocaña recordó que los PGE se elaboraron sobre un cuadro macro que contempla un incremento del PIB del 1,6% para el 2008 y del 1% en 2009, previsiones que, a su parecer, se han quedado "desfasadas" por los acontecimientos que han tenido lugar desde el mes de septiembre.

"Las previsiones siempre se quedan obsoletas al poco tiempo, más aún en épocas como ésta", señaló Ocaña, quien sin embargo aseguró que, para las nuevas previsiones, el Gobierno no trabaja con hipótesis como las del BBVA, que señalan una contracción económica del 1% en 2009.

En declaraciones a los medios tras su intervención, sí consideró posible que las cifras de crecimiento del tercer trimestre que publicará mañana el INE se aproximen a las publicadas por el Banco de España, que apuntan a un crecimiento intertrimestral del -0,2% entre julio y septiembre, aunque no quiso dar una cifra.

Asimismo, consideró posible una recuperación de la economía "más en meses que en años" si se toman decisiones "resolutivas y ejecutivas" en Washington, aunque reconoció que España no volverá a crecer a los niveles registrados hasta el año pasado dentro de "un par" de años.

A pesar de todo, insistió en que la revisión de previsiones del Gobierno "afecta poco" a los PGE para el 2009, que son los que "realmente necesita la economía", porque combinan la reducción de impuestos y la austeridad en el gasto con las políticas prioritarias. Según Ocaña, la combinación de estos tres elementos da lugar a la respuesta adecuada para la situación económica actual, "más aún si las expectativas se deterioran".

REDUCCIÓN DE IMPUESTOS, AUSTERIDAD Y PRIORIZACIÓN DEL GASTO.

Al desglosar estos tres elementos, el secretario de Estado de Hacienda recordó que a lo largo de 2008, el Gobierno ha desarrollado una política fiscal "muy activa, agresiva y anticíclica", que ha supuesto la puesta en marcha de una batería "importantísima" de medidas en materia fiscal, que han movilizado un total de 40.000 millones de euros, casi 4% PIB, niveles que, según Ocaña, no se han alcanzado en otros países.

"La política contra la crisis ha sido muy activa", señaló Ocaña, tras rechazar las críticas que acusan al Gobierno de no haber dado una respuesta adecuada con la política económica. "Hemos reaccionado y antes que algunos vecinos europeos, de manera contundente en política fiscal", indicó.

A su juicio, esta política se ha podido desarrollar gracias al ahorro que se ha llevado a cabo durante la legislatura pasada con el fin de preparar a la economía para épocas de "vacas flacas". Dicho ahorro, añadió, ha permitido ahora asumir un déficit, que no puede ser "ilimitado", pero sí "asumible" para llevar a cabo una política contundente contra la crisis.

Preguntado por la posibilidad de acometer nuevas rebajas de impuestos en el futuro, reconoció que el Gobierno está abierto a una nueva rebaja de Sociedades, aunque consideró que ahora no es el momento para hacer nuevos recortes impositivos.

I+D E INFRAESTRUCTURAS.

En cuanto a la moderación del gasto, aseguró que se reduce en algunas partidas presupuestarias y se incrementa en aquellas que tienen más potencial de crecimiento, como la I+D o la inversión en infraestructuras, elementos de continuidad respecto a la legislatura pasada y "esenciales" para desarrollar una política presupuestaria adecuada.

Explicó que la austeridad se hace patente en el proyecto en el aumento del gasto no financiero, que sólo crece un 2% sin tener en cuenta el desempleo, en la disminución de las partidas destinadas a inversiones que no son directamente productivas y en la reducción de oferta de empleo público, aunque se incrementan otras inversiones y se asegura el pago de las prestaciones por desempleo.