Economía/Macro.- El PP acusa al Gobierno de convertir los PGE en una "subasta" para "comprar voluntades"

Actualizado: martes, 7 agosto 2007 14:38

Estima que de extender las "concesiones" otorgadas en la negociación del cupo vasco al resto de CC.AA. el coste sería de casi 2.500 millones

MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -

El secretario ejecutivo de Economía y Empleo del PP, Miguel Arias Cañete, considera que el Gobierno ha convertido el proceso de elaboración de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2008 en una "subasta" consistente en realizar concesiones a las diferentes fuerzas políticas, especialmente a las nacionalistas, con el fin de "comprar voluntades" y asegurar así los apoyos necesarios a las cuentas anuales.

En declaraciones a Europa Press, Arias Cañete afirma que el reciente acuerdo alcanzado por el Gobierno y el PNV sobre la renovación del cupo vasco ha supuesto el primer paso en este proceso, y asegura que el Ejecutivo ha empezado por esta fuerza nacionalista por ser "la voluntad que tenía el costo más reducido".

Además, el responsable económico del PP alerta de que el Gobierno ha hecho en este caso unas cesiones en materia de dependencia, sanidad y educación que, de extenderse al resto de los comunidades autónomas siguiendo un principio de igualdad, tendrían un coste de casi 2.500 millones de euros. Por ello, explica que "el problema es que todas estas reuniones improvisadas de compra de voluntades están consolidando un gasto estructural que va a pesar sobre presupuestos futuros".

En este estado de "preocupación" por la "deriva de los presupuestos", el PP se mantiene a la espera de los acuerdos que puedan resultar de las reuniones previstas entre Gobierno y BNG y el tripartito catalán, que, estima, no permitirán dotar a los PGE de 2008 de "estabilidad macroeconómica".

Arias Cañete precisó, además, que el PP sólo apoyará presupuestos "sólidos, serios y rigurosos, no subastas, concesiones y discriminaciones por razón de territorio".

PREOCUPACIÓN POR EL DESEMPLEO EN LA CONSTRUCCIÓN.

Asimismo, Arias Cañete acusó al Gobierno de no ofrecer atención a los problemas reales de la economía española. Así, mostró su preocupación por el incremento del desempleo en el mes de julio, motivado por el aumento del número de parados en la construcción, y señaló al respecto que "cuando el sector más dinámico de la economía ve perder 11.000 empleos en un mes, el Gobierno debería reflexionar".

En este sentido, esperó que el aterrizaje en el sector de la construcción sea "suave", y estimó que el Gobierno debería emprender "reformas importantes" para seguir alimentando el crecimiento económico en vez de seguir diciendo que "aquí no pasa nada".

Por otro lado, precisó que la construcción tiene que seguir siendo un motor de crecimiento de la economía, para lo cual es necesario dotarle de "estabilidad" en lugar de "lanzar alarmas".

Así, criticó que el Gobierno haya llevado a cabo una "campaña sesgada sobre corrupción dirigida a los que no eran socialistas", algo que, dijo, "no ayuda a tener un sector estable" y ha supuesto una razón para "ahuyentar" a los inversores extranjeros.