WASHINGTON, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
El secretario del Tesoro de EEUU, Henry Paulson, anunció hoy que solicitará al Congreso la autorización necesaria para poder hacer uso del segundo tramo de 350.000 millones de dólares (251.614 millones de euros) previsto en el programa de alivio de activos problemáticos (TARP), aprobado en octubre por un montante conjunto de 700.000 millones de dólares (502.876 millones de euros).
"Será necesario que el Congreso libere el remanente del TARP para respaldar la estabilidad del sistema financiero", dijo Paulson, quien apuntó que discutirá en breve esta cuestión con el líder del Congreso y el equipo de transción del presidente electo, Barack Obama.
La decisión de solicitar la mitad restante de los fondos del TARP se produce tras la "efectiva colocación de los primeros 350.000 millones de dólares del TARP", explicó Paulson.
A este respecto, el secretario del Tesoro precisó que el desembolso de esta cantidad aún está sujeto a la aprobación de las pertinentes solicitudes por parte de los bancos, muchas de las cuales aún están siendo examinadas por los reguladores y no llegarán a manos del Tesoro hasta principios de 2009.
"A muy corto plazo, la colocación, aunque no se hayan desembolsado todavía, de estos fondos, junto con los poderes de la Reserva Federal y de la Oficina Federal de Garantía de Depósitos, me dan la confianza de que contamos con los recursos necesarios para hacer frente a los significativos sucesos del mercado financiero", dijo Paulson.
LA INDUSTRIA DEL AUTOMÓVIL AGOTA EL PRIMER TRAMO DEL TARP.
El Gobierno estadounidense acordó hoy destinar una inyección de 17.400 millones de dólares (12.500 millones de euros) a la industria automovilística del país, con el fin de evitar su colapso, si bien las ayudas están condicionadas a la presentación de planes que garanticen el futuro y la rentabilidad de las empresas.
En concreto, las ayudas consisten en préstamos inmediatos por un importe de 13.400 millones de dólares (9.640 millones de euros), más una línea adicional de 4.000 millones de dólares (2.900 millones de euros), si los fabricantes cumplen con sus compromisos en los próximos dos meses.
"En el día de hoy hemos actuado para respaldar a General Motors y Chrysler, con la condición de que desarrollen y adopten con rapidez planes aceptables de viabilidad a largo plazo. Esta medida evitará un trastorno considerable a nuestra economía al tiempo que coloca a las compañías en el camino para una necesaria y significativa reestructuración para alcanzar su viabilidad a largo plazo", dijo Paulson en referencia al plan de préstamos de emergencia aprobado hoy por la Aministración.
"Aunque el propósito de este programa es la estabilización del sector financiero, las autoridades nos permiten dar este paso, ya que sin que se haya logrado una acción del Congreso a este respecto, no existe otra autoridad competente para evitar una quiebra desordenada de una o más compañías automotrices", señaló el secretario del Tesoro.
