El Tesoro espera reducir la emisión neta de 35.000 millones prevista para 2019 en la segunda mitad del año

Actualizado: martes, 15 enero 2019 15:16

Afirma que está "todo lo cómodo" que se puede estar en un escenario de normalización de tipos y prepara medidas pese a un "poco probable" Brexit duro

MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Tesoro Público espera que la evolución de las necesidades de financiación a lo largo del año le permitan anunciar en la segunda mitad del ejercicio una reducción de la emisión neta de 35.000 millones de euros que contempla para este año, que es un 2,1% superior al cierre de 2018 (34.277 millones), pero inferior en 5.000 millones a la previsión inicial del año pasado.

Así lo ha explicado el secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos San Basilio, en la rueda de prensa para presentar la Estrategia de financiación del Tesoro para 2019, en la que ha dicho que "lo ideal" sería poder anunciar una reducción de las emisiones reales en términos netos, tal y como sucedió el año pasado.

San Basilio ha afirmado que la estimación de emisión es "prudente" y ha destacado la reducción de emisión bruta, al tiempo que no se continuará reduciendo de forma tan "drástica" el peso de las Letras, ya que presentan un mercado que interesa "mucho" conservar.

Asimismo, considera que se empieza a definir para este año un entorno "parecido" al del año pasado, con un cuadro macroeconómico consistente con la corrección de desequilibrios y una evolución de las necesidades de financiación "claramente a la baja".

De esta forma, ha explicado que la cifra de emisión neta de 35.000 millones financiará las necesidades del estado, compuestas por, entre otras partidas, un menor déficit de caja, una menor financiación del Estado a CC.AA. y entes locales, en línea con la gradual recuperación de su autonomía financiera, y una mayor aportación del Estado a la Seguridad Social (préstamo de 15.164 millones y transferencia de 850 millones este año).

La estrategia del Tesoro contempla una emisión bruta de deuda pública de 209.526 millones para este año, un 1,6% menos que a cierre de 2018, y prevé obtener toda la financiación neta a través de la emisión de instrumentos a medio y largo plazo. En detalle, dada la existencia de vencimientos a medio y largo plazo por importe de 91.933 millones de euros, la emisión bruta a medio y largo plazo ascenderá a 126.933 millones de euros, un 3,8% inferior a la de 2018, en tanto que la neta será de 35.000 millones de euros, un 18% menos.

De su lado, la emisión neta de Letras será nula, por lo que la emisión bruta será equivalente a los vencimientos, que ascenderán a los 82.592 millones de euros, un 2% más.

La previsión de emisión neta se produce en un contexto de notable reducción del déficit público, que debe de pasar del 2,7% del PIB estimado en 2018 al 1,3% fijado para este ejercicio, algo sobre lo que San Basilio ha recordado que el Tesoro elabora su estrategia con base en el déficit de caja y no teniendo en cuenta el déficit en términos de Contabilidad Nacional.

NO SUBIRÁ LA VIDA MEDIA PERO SEGUIRÁ BAJANDO EL COSTE

Desde 2012 la emisión neta se ha reducido en un 64,5% y la emisión bruta en un 14,7%. Para este año no es previsible que se mantenga el ritmo de crecimiento de la vida media de la deuda del Estado en circulación de los últimos años, pero sí que continúe cayendo su coste medio, a pesar del aumento previsto en los tipos de interés.

En los últimos años el organismo dependiente del Ministerio de Economía centró su estrategia en alargar la vida media de la deuda en circulación, que pasó de los 6,20 años en 2013 a los 7,45 años en 2018, sus niveles máximos históricos, así como en reducir su coste medio, que e ha reducido de un 3,9% en 2011 al 0,64% el año pasado.

Para este ejercicio San Basilio ha detallado que no está prevista la emisión de bonos verdes, aquella deuda cuya recaudación se destina a financiar proyectos medioambientalmente sostenibles, ya que aunque se trata de un instrumento que siguen "con interés", precisa de un análisis "en mucha profundidad" para evitar realizar una emisión puntual "oportunista". "Solo lo haremos si es interesante hacerlo con carácter de continuidad porque queremos que los instrumentos mantengan su liquidez", ha precisado.

En cuanto a la Seguridad Social, ha apuntado que como elemento específico no se trata de un problema que preocupe a los inversores y ha confirmado que la previsión es que este año se mantenga la aportación del Tesoro para cubrir las necesidades de financiación de la Tesorería de la Seguridad Social en el entorno de los 15.000 millones de euros. No obstante, dijo que las necesidades del sistema se van a ir reduciendo en los próximos años.

BCE Y BREXIT

Respecto al cambio de la política monetaria del BCE, ha asegurado que el alargamiento de la vida media de la deuda y la afluencia de nuevos inversores (sobre todo asiáticos) hace al Tesoro estar "todo lo cómo que se puede estar" en un entorno de normalización y subida de tipos.

De esta forma, San Basilio ha asegurado que este año se volverá a reducir el coste medio de la cartera pública del Estado con independencia de la política monetaria que siga el BCE. Según ha explicado, el inversor está preocupado por el mantenimiento del crecimiento en España y la corrección de desequilibrios.

Precisamente, ha apuntado que la previsión es que la ratio de deuda sobre PIB se reduzca del 96,9% del PIB en el que cerró el año pasado al 95,4% del PIB previsto para el cierre del ejercicio actual.

Preguntado sobre el posible efecto derivado de que el BCE haya dejado de realizar compras netas, ha indicado que no se está viendo un efecto "muy claro" en los mercados, y ha valorado que en las primeras emisiones del Tesoro español se han registrado incluso rentabilidades inferiores a las de finales del año pasado. Esto se debe a que la retirada del BCE es en términos netos, porque sigue habiendo reinversiones, y a que las condiciones de financiación para los emisores es más favorable en un entorno de desaceleración de la economía mundial y de la zona euro, ya que limita las previsiones de subida de tipos por el BCE a partir del verano.

Por otra parte, el secretario general del Tesoro opina, como emisor, que el Brexit generará "puntualmente" volatilidad en los mercados, pero no se mantendrá una tendencia sostenida de impacto significativo en los emisores recurrentes, mientras que como regulador, ha avanzado que se está preparando una serie de medidas para un Brexit duro, a pesar de que parece la opción menos probable.

El organismo prepara una normativa con medidas para que en el "poco probable" caso de un Brexit 'duro' se garantice la continuidad de los contratos existentes y se minimice el riesgo.