MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Aerolíneas Argentinas (AA), Mariano Recalde, aseguró que la aerolínea "no hay ningún vínculo, ni relación pendiente" en este momento con el grupo Marsans, propiedad del presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán y de su socio, Gonzalo Pascual, a raíz de la expropiación de la compañía a los dos empresarios por parte del Estado argentino.
En rueda de prensa para presentar las novedades de la compañía en su nueva sede en Madrid, Recalde aclaró que actualmente las dos reclamaciones de Marsans sobre AA son con el Estado argentino.
En este sentido, recordó que por un lado los anteriores propietarios de AA reclaman una indemnización, proceso que calificó de "rutinario", ya que debe hacerse cada vez que se expropia un bien de utilidad público y que debe establecerse por un tercero cuando no haya acuerdo entre las partes.
Por otro lado, Recalde se refirió a la demanda que Marsans presentó el pasado mes de marzo ante el CIADI, el tribunal de resolución de conflictos dependiente del Banco Mundial (BM), en la que reclama al Gobierno argentino una indemnización de entre 1.000 y 1.500 millones de dólares (740 y 1.110 millones de euros) por los daños económicos que supuso la expropiación de AA al grupo turístico, y cuya vista definitiva todavía no se ha fijado.
Recalde descartó, tras la "negativa experiencia" vivida con los anteriores propietarios, la posibilidad de nuevas inversiones del sector privado en la compañía.
AEROLÍNEAS NO ESTABA BIEN GESTIONADA.
Para Aerolíneas Argentinas lo que está ocurriendo con Marsans les da la razón y demuestra que la compañía "no estaba bien gestionada".
"El Estado argentino ha demostrado que puede gestionar eficientemente la compañía, que ya no es un servicio comercial sino que se ha convertido en un servicio público de vuelos con rutas que no sólo son rentables económicamente, sino que lo son desde el punto de vista social por lo que significan para el turismo, el desarrollo económico y la movilización del empleo, valores muy importantes para los ingresos del país", aseguró.
El Ejecutivo argentino nacionalizó AA y Austral a finales de 2008 comprando ambas compañías al precio simbólico de un euro.
Marsans, que siempre ha considerado la expropiación como "un expolio" en palabras del propio Díaz Ferrán, llegó a atribuir el cierre de Air Comet, a la crisis, a la falta de liquidez, al embargo de un juez y a los incumplimientos por parte del Gobierno que preside Cristina Fernández de Kirchner del que esperaba recibir 200 millones de dólares (unos 161 millones de euros).
Entre otras cosas, Marsans reclama el contrato de compra que firmó con Airbus para adquirir 71 aviones, de los que 40 se iban a destinar a AA y Austral, y que tras la expropiación, Aerolíneas decidió no aprovechar por no convenirle las condiciones del constructor europeo.
