Caixa Girona espera recuperar dos de los millones estafados por la banda desarticulada

Europa Press Economía Finanzas
Actualizado: jueves, 24 enero 2008 16:58

GIRONA 24 Ene. (EUROPA PRESS) -

Caixa Girona aseguró hoy que tiene la intención de recuperar como mínimo dos de los millones que una organización criminal estafó a la entidad financiera catalana en una oficina de Malgrat de Mar (Barcelona). Los Mossos d'Esquadra cifraron la estafa en cinco millones, mientras que la caja de ahorros aseguró que son cuatro, "ya provisionados en el ejercicio de 2007".

En un comunicado, la entidad explicó que, a raíz de los controles efectuados por la auditoría interna, detectó la concesión irregular de préstamos hipotecarios y personales desde una oficina de Malgrat de Mar.

Según informaron hoy los Mossos, los supuestos estafadores se dedicaban a pedir préstamos hipotecarios, pólizas de crédito y líneas de descuento comerciales --para adquirir productos-- mediante el engaño, testaferros, falsificación documental y la compraventa fraudulenta de una propiedad.

En total, han detenido a 12 personas de nacionalidad española y con numerosos antecedentes, entre ellas el director de la sucursal. Los arrestos se produjeron el 16 de enero después de que el juez de instrucción número 2 de Arenys de Mar, que lleva el caso, autorizara cinco registros en pisos de Barcelona, Mataró (Barcelona) y Palafolls (Barcelona), y en dos empresas de estas dos últimas localidades.

Los implicados tramitaron hasta 18 operaciones en la misma oficina, la mayoría préstamos con garantía hipotecaria. Su 'modus operandi' consistía en comprar una finca al propietario legítimo a precio de mercado, mediante una hipoteca solicitada a la sucursal. Prácticamente el mismo día, el comprador volvía a vender el inmueble a otro miembro de la banda, a un precio muy superior. Para adquirirlo, éste último pedía una nueva hipoteca a la misma oficina, que cancelaba la del primer comprador.

De este modo, la diferencia entre el precio de la primera venta y el de la segunda quedaba ingresada en una cuenta bancaria del intermediario --quien compraba la finca por primera vez y la revendía a un cómplice-- y era retirada en metálico o transferida a cuentas en paraísos fiscales antes de que Caixa Girona pudiera detectar que el último comprador no iba a devolver el crédito porque, en su mayoría, eran vagabundos insolventes contratados por unos 1.000 euros para actuar de testaferros.

Al ser revendida la propiedad a un precio muy superior al de mercado, se generaban unas ganancias que podían llegar a ser de 400%. Para conseguir financiación, la banda falsificaba las tasaciones de las fincas, nóminas, declaraciones del IRPF, y el impuesto de sociedades mercantiles, que participaban en las operaciones y que no podían ser investigadas al ser de reciente creación. También utilizaban esta documentación falsa cuando pedían créditos personales o líneas de descuento en productos, con lo que conseguían ganancias, aunque inferiores.

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