BRUSELAS, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha mostrado su preocupación por la fragmentación que existe en el mercado del crédito, que afecta especialmente a las pequeñas y medianas empresas (pymes) de los países con problemas, y ha puesto a España como ejemplo de las elevadas diferencias que existen en el coste del acceso al crédito entre pymes y grandes empresas.
Durante su comparecencia en el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Draghi subrayó que no sólo hay diferencias entre la facilidad para acceder a financiación según el país de la eurozona, sino también entre pymes y grandes compañías dentro de un mismo país.
A modo de ejemplo, subrayó que en España un crédito a una pequeña empresa es casi 2,3 puntos porcentuales más elevado que el concedido a un gran compañía, mientras que en Francia el diferencial es sólo de un punto porcentual. "Dada su elevada dependencia del crédito bancario, las pymes de los países bajo presión sufren especialmente la fragmentación financiera", resaltó.
En este contexto, recalcó que se están explorando algunas opciones y recordó que el BCE lleva tiempo tomando medidas para mejorar el crédito, como las inyecciones de liquidez a largo plazo o aceptar como colaterales en sus operaciones de financiación los préstamos a las pymes.
Por eso, incidió en que hay aspectos de este problema que no puede solucionar como la falta de capital de las entidades o su aversión al riesgo, y remarcó que no dispone un instrumento directo que obligue a los bancos a prestar dinero a las pymes. "No creo que sea adecuado forzar a prestar a clientes en los que existe el riesgo de que no devuelvan esos préstamos", añadió.
A este respecto, recuerda que un reciente sondeo del BCE a pymes recogía que su principal problema era la falta de clientes, por encima de la falta de acceso al crédito. "Pedimos a los bancos que amplíen el crédito, pero cómo vamos a decirles que den crédito a una empresa que no tiene clientes", apostilló.
