Solicita una bonificación casi total para usos agrarios por sus grandes beneficios ecológicos
MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), Andrés del Campo, manifestó hoy que el Real Decreto de Reutilización de Aguas Depuradas y la Ley de Responsabilidad Medioambiental son necesarios pero podrían encarecer "en exceso" el precio del uso del agua regenerada para los regadíos.
Del Campo, que participó hoy en unas jornadas sobre este tema organizadas por Internacional Quality & Productivity Center (IQPC), señaló que en la actualidad el coste del agua regenerada es "alto, pero asumible" por el agricultor ya que se sitúa en torno a 0,06 euros por metro cúbico a la salida de la planta.
Este precio incluye los gastos de amortización, explotación y mantenimiento, a los que hay que añadir los derivados del bombeo, la distribución mediante la red de riego y el almacenamiento en embalses reguladores, los cuales son "caros y difíciles" de ubicar.
Por otro lado, el presidente de Fenacore señaló que el coste de saneamiento derivado de depurar las aguas residuales debe realizarse de acuerdo al principio europeo de "quien contamina paga", de manera que sean las poblaciones quienes sufraguen el coste y quienes garanticen que el agricultor reciba un agua de calidad apta para el riego.
Según Del Campo, "resulta paradójica la propuesta que plantea el borrador de la Ley de Aguas, según la cual los regantes deberían asumir los costes de depuración de las aguas urbanas cuando ha sido precisamente el sector del regadío el que ha tenido que ceder para abastecimiento urbano un recurso de mayor calidad que el que podrá aprovechar posteriormente proveniente de las ciudades".
En este sentido, solicitó que las comunidades de regantes que cedan su agua para abastecimiento urbano disfruten de un derecho preferente para la reutilización de esas aguas, una vez que hayan sido depuradas por el usuario urbano.
BONIFICACION PARA LOS REGANTES.
En su intervención, el presidente de Fenacore solicitó que se exima a los regantes de pagar casi la totalidad del precio del agua regenerada al considerar que el regadío es el "último usuario que depura el agua" y sus beneficios medioambientales compensan con creces el precio a pagar. "El regante filtra, depura y elimina. Es mucho mejor, ecológicamente hablando, dedicar el agua residual a regadío que verterla en un cauce, río o mar", afirmó.
Asimismo, apunto que las aguas regeneradas por el regadío pueden acabar con la sobreexplotación de acuíferos y favorecer su recarga, además de preservar y mejorar el medio natural, como los humedales o reducir las aportaciones de dióxido de carbono a la atmósfera.
Por otro lado, Del Campo se refirió a los beneficios económicos derivados de las reutilización de aguas por el regadío como nueva fuente de recursos hídricos y base para una producción agroalimentaria de calidad y la reducción de tratamientos costosos de depuración del agua debido a nitratos y fosfatos que resultan tan útiles para los cultivos.
