LONDRES, 13 Nov. (De la corresponsal de Europa Press, Eva Martínez) -
La compañía de telecomunicaciones británica BT prevé recortar 10.000 empleos a final de año como consecuencia de la caída del 11% que sufrieron sus beneficios en el primer semestre de 2008, según anunció hoy la compañía.
De éstos 10.000 despidos que prevé la compañía, 4.000 afectarán a la plantilla directa, mientras que los 6.000 restantes serán en empleos relacionados.
El antiguo operador estatal avanzó que la mayoría de las bajas se producirán en las secciones de contratos y agencia, y entre los trabajadores 'offshore', así como en las empresas subcontratadas y otros empleados indirectos, después de que un total de 4.000 personas hayan perdido ya sus trabajos.
Sin embargo, este volumen se duplicará a final de año con un proceso que, con todo, no estará completado hasta marzo, cuando concluya el vigente ejercicio fiscal de BT, que cuenta con un total de 160.000 trabajadores. Los que ya han abandonado la empresa en el tercer trimestre han supuesto para sus arcas un impacto de 36 millones de libras.
Así, BT reconoció hoy que los resultados del último año son "decepcionantes" y en concreto los de la complicada división de Servicios Globales "simplemente no son suficientemente buenos". En los primeros seis meses de año, los beneficios cayeron un 11 por ciento, hasta los 590 millones de libras, si bien las ventas crecieron un 4 por cuento, hasta alcanzar los 5.300 millones.
DIFERENCIAS
De esta forma, aunque los ingresos se mantendrán e, incluso, podría aumentar, los beneficios para el grupo experimentarán un "pequeño descenso" en el conjunto anual, especialmente por los problemas de la división de Servicios Globales.
BT, que opera como cuatro divisiones además de la anterior, telefonía móvil, provisión de servicios a empresas y oferta doméstica, explicó que estas tres funcionan sin problemas, pero el área de Servicios Globales sufre una ralentización mayor de lo esperado.
Además, la compañía intentar modificar los términos de su fondo de pensiones, que aparece entre los más importantes de Reino Unido y está gestionado por un departamento especialmente creado con este fin, Hermes. Así, la semana pasada comenzó una ronda de consultas para intentar ampliar la edad de jubilación hasta los 65 años, de los 60 actuales. Los activos del proyecto de pensiones están valorados en unos 34.400 millones de libras, casi cuatro veces el valor de la compañía.
