BRUSELAS, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea afirmó hoy que no tiene previsto prorrogar los aranceles que fijó la UE en 2005 a 10 categorías textiles para frenar la importación masiva desde China una vez que expire su aplicación, a finales de 2007, cuando descartó que vaya a producirse una situación como la de hace tres años. La alternativa ahora será un "sistema de doble vigilancia" en el que China también participe en el control de la mercancía que sale de sus puertos.
El jefe de la unidad de Sectores Industriales de la Dirección General de Comercio de la Comisión, Peter Klein, compareció este lunes ante la comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo, donde afirmó que a día de hoy "el uso de cuotas está claramente por debajo de la media" y vaticinó que se producirá "una transición bastante suave" hacia el final de estos aranceles.
En agosto de 2005 la UE y China acordaron limitar el crecimiento las importaciones de textiles desde este país hasta finales de 2007, hasta cuando éstas no podrían incrementarse más de entre un 8 y un 12,5%, dependiendo de la categoría específica. Klein apuntó que, en otro acuerdo bilateral con China, Estados Unidos sí pactó aranceles para 2008, pero que este país es el único con el que existe una disposición de este tipo, puesto que, tal y como estaba previsto, el comercio textil se liberalización totalmente en 2005 con respecto a otros países pujantes como India o Turquía.
Recordó que "el sistema de cuotas ya no nos sirve, no es útil" y apuntó que "ni para nosotros ni los Estados miembros es una buena opción".
Como alternativa la Comisión prepara un "sistema de doble control" en que China también vigilará la mercancía que sale de sus puertos, particularmente por lo que respecta al respeto de los derechos de propiedad intelectual. Según dijo, Bruselas espera que los Estados miembros den su acuerdo "a mediados o a finales de octubre".
Apuntó además que los Gobiernos europeos también tienen en su mano recurrir a litigios en la Organización Mundial del Comercio (OMC), tal y como ya existen casos, cuando consideren que se produce un comercio en condiciones desleales.
Klein dio estas explicaciones ante una comisión parlamentaria de la que también forma parte el eurodiputado de CiU, Ignasi Guardans, quien se refirió a las denuncias que hace el sector textil de la costa mediterránea española contra las desigualdades en los criterios que cumplen los productos chinos. Rechazó también las acusaciones que hicieron eurodiputados británicos -más proclives al libre comercio_acerca de que la industria debería haber "hecho sus deberes" en 2005, después de 10 años de preparación.
Frente a estos argumentos, Guardans aseguró que la industria textil española está "dispuesta a abrir el mercado y aceptar las reglas del juego", pero recordó sus denuncias acerca de que los textiles chinos no cumplen los "severos" requisitos de calidad que tiene que respetar ellos, particularmente por lo que respecta al empleo de productos químicos en la ropa.
