LONDRES, 17 May. (EUROPA PRESS) -
Unos 12.000 tripulantes de cabina de la aerolínea británica British Airways (BA) convocados por el sindicato Unite, comienzan mañana la primera tanda de paros de los 20 días de huelga convocados en protesta por las condiciones de la reestructuración de la compañía.
Concretamente esta primera panda de paros tendrá lugar entre el 18 y el 22 de mayo, y será seguida por otras que tendrá lugar entre el 24 y el 28 de mayo y por las jornadas del 30 de mayo y 3,5 y 9 de junio.
Unite convocó los paros después de que un 81% de los TCP de BA votara en contra de las propuestas de la compañía para solucionar la actual disputa que mantiene con el colectivo por los planes de reestructuración del grupo, y que ya provocaron dos tandas de paros durante el mes de marzo.
Este rechazo se produjo después de que Unite solicitara abiertamente el 'no' en la votación, esgrimiendo la eliminación de ciertas ayudas para adquirir vuelos, la aplicación de medidas disciplinarias a algunos de los participantes en anteriores huelgas, y la pérdida de confianza en la propia aerolínea.
No obstante, la aerolínea, que se encuentra en pleno proceso de fusión con Iberia y que el viernes, en plena huelga, presentará sus cuentas del primer trimestre, prevé transportar a más del 70% de sus pasajeros durante las cinco jornadas, lo que supone una cifra superior a los 60.000 pasajeros diarios.
La prensa británica ya adelantó hoy que los efectos de la huelga de tripulantes del pasado mes de marzo junto con la crisis de la ceniza volcánica y la caída de la demanda del segmento premium han lastrado los resultados de la aerolínea, que presentará el viernes unas pérdidas trimestrales de 600 millones de libras esterlinas (más de 700 millones de euros).
Según el plan de contingencia presentado por la aerolínea, todos los vuelos desde Londres-Gatwick y Londres-London City se operarán con normalidad "durante todo el periodo de huelga", mientras que en el caso de Londres-Heathrow durante estos primeros cinco días se operará más del 60% de los vuelos de larga distancia y más del 50% de los de corto radio.
Asimismo, la aerolínea indicó que "la mayor parte" de los vuelos de corto alcance que se realicen desde este aeropuerto serán operados por la propia flota de BA, aunque "como complemento" se van a incorporar otros ocho aviones adicionales --con sus correspondientes tripulantes de cabina (TCP)-- en concepto de 'leasing' a cinco compañías aéreas europeas.
Por otro lado, BA ha establecido acuerdos con más de medio centenar de aerolíneas para que puedan transportar a los pasajeros afectados en caso de que sus vuelos se vean afectados por las protestas.
En total, la programación prevé que 8.000 de los 13.000 TCP de la compañía acudan diariamente a sus puestos de trabajo "en el momento y el lugar adecuados", ya sea en los aviones, en los aeropuertos o en los hoteles para el personal.
CRUCE DE ACUSACIONES.
Ayer, el secretario general de Unite, sindicato convocante de la huelga, Tony Woodley, acusó a Walsh de realizar acciones "vengativas y mezquinas" contra los miembros del sindicato a pesar de que se habría llegado a un acuerdo sobre los puntos clave de la negociación.
El responsable se refirió así a la retirada de las concesiones de viajes a aquellos tripulantes de cabina que formaron parte de los paros de marzo y a una serie de acciones disciplinarias que incluyeron algunos despidos, unas acciones que Woodley calificó de "absolutamente escandalosas".
"Lo que el señor Walsh quiere hacer aquí es intimidarnos hasta la sumisión y ver humillados a nuestros miembros", aseveró. Mientras, desde BA insisten en que no han suspendido a nadie por ir a la huelga y dicen haber ofrecido el reestablecimiento de los beneficios de viaje a los tripulantes que acudieron a los paros.
Mientras tanto, British ultima su fusión con Iberia, que dará lugar a uno de los mayores grupos aéreos del mundo, con una flota de 408 aviones y 200 destinos de vuelo.
