DUBLÍN, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
Aer Lingus cerró 2010 con un beneficio de 46,5 millones de euros, frente a las pérdidas de 130,1 millones de euros registradas en el ejercicio precedente, anunció este lunes la aerolínea irlandesa.
El consejero delegado de la compañía, Christoph Mueller, subrayó que este resultado se ha obtenido pese a las adversas condiciones económicas que vive Irlanda, el principal mercado de la compañía, y los desafíos que han supuesto para Aer Lingus las cenizas volcánicas y los trastornos sufridos por la mala climatología.
La compañía logró unos ingresos de 1.215,6 millones, un 0,8% más que durante el ejercicio de 2009 y redujo un 10% sus costes operativos, hasta los 1.158 millones de euros.
El grupo logró un ahorro de 50 millones de euros en sus gastos de personal durante el año 2010, para lo que tuvo que afrontar una carga excepcional de 32,5 millones de euros destinada a su plan de bajas incentivadas negociado en 2008.
El resultado operativo (Ebit) también fue positivo y alcanzó los 57,6 millones de euros, frente a las pérdidas de 81 millones de euros contabilizadas un año antes, mientras que el resultado bruto de explotación antes de intereses, impuestos y amortizaciones (Ebitdar) fue de 30,4 millones de euros, frente a pérdidas de 154,3 millones de euros.
EL AUMENTO DEL CRUDO AFECTARÁ A SU RESULTADO EN 2011.
Para 2011, Aer Lingus indicó que si persisten los actuales precios del combustible, el beneficio operativo será significativamente inferior al logrado en 2010.
"Esperamos retos importantes en 2011, año que probablemente se verá afectado por la inflación del precio del combustible y por el aumento de las tasas aeroportuarias combinadas con las difíciles condiciones de nuestro mercado", apuntó.
En esta línea, no auguró que las mejoras en su rendimiento y las medidas aplicadas para el ahorro de costes puedan compensar estos gastos adicionales.
No obstante, Aer Lingus destacó que tiene cubiertas el 62% de sus necesidades de combustible para 2011, aunque revisará su capacidad en aquellas rutas más sensibles al incremento del coste vinculado al carburante.
Asimismo, indicó que podría repercutir el aumento de los costes en sus recargos por combustible en el precio final del billete.
"A pesar de los retos futuros en 2011, creemos que los cambios que hemos hecho y que se están haciendo se traducirán en un negocio sostenible y rentable en Air Lingus, atractivo para los pasajeros, personal y accionistas", concluyó.
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