PALMA DE MALLORCA, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
El sindicato CC.OO. afirmó que LTE International Airways mantiene todavía su actividad en Arabia Saudita, donde colabora con la aerolínea Nash, que es propiedad del príncipe heredero, Abdullah Ibn Abdul-Aziz, a la que suministran tripulaciones para operar los aviones, además de alquilarle un Airbus A320 propio.
Así lo manifestó, en declaraciones realizadas hoy a Europa Press, la delegada para el sector aéreo de esta plataforma, Carmen Díaz de la Jara, quien consideró que las dificultades de LTE sólo se manifiestan en España, donde debe pagar en metálico y al momento los servicios de 'handling' y de suministro de combustible, por lo que se trataría de un "problema de caja", dijo.
Según precisó la portavoz sindical, Nash es una compañía con sede en Rihad que realiza principalmente vuelos domésticos a los principales aeropuertos del país árabe, y con la que LTE mantiene un contrato que le supone una entrada económica importante. Sin embargo, eso no ha evitado que la aerolínea española registre "falta de liquidez", situación que se vería agravada si se confirma que tiene pendientes pagos de IRPF a la Agencia Tributaria.
Precisamente, el Comité de Empresa de LTE tiene previsto celebrar una reunión en el Aeropuerto de Son Sant Joan, a las 13.30 horas de hoy, a la que está previsto que asistan representantes sindicales de Baleares y Canarias, de las plataformas UGT, CCOO, Sepla, Sitcpla y ATMA, que debatirán sobre la situación y las medidas a tomar.
A este respecto, el responsable del sector aéreo UGT, Lorenzo Dols, señaló en declaraciones realizadas a Europa Press que la suspensión de operaciones de LTE es la "puntilla" que le faltaba a las compañías aéreas españolas; al tiempo que sugirió que en algunos casos podría tratarse de intentos de "desinflar" sus plantillas.
Y, como prueba de ello, Dolç recordó que hace sólo 15 días los sindicatos se sentaron con la dirección de la empresa para empezar a negociar el convenio colectivo de la plantilla, que está integrada por 300 trabajadores, que habían pasado por dificultades para el cobro de sus nóminas en los últimos meses y que dependen del plan de viabilidad que deberá redactarse a lo largo de los próximos siete días, según el plazo otorgado por Aviación Civil.
