BUENOS AIRES, 13 Nov. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -
La asamblea de Aerolíneas Argentinas, controlada por Marsans, pero dirigida por un funcionario designado por el Gobierno argentino, no llegó a un acuerdo para capitalizar la compañía a propuesta del representante del Estado.
Rafael Llorens, representante del Estado en Aerolíneas, propuso a los accionistas la capitalización como "única solución viable e inmediata" ante la crisis de la empresa.
Según se informó en un comunicado, la propuesta fue rechazada por el representante del grupo Marsans, Vicente Muñoz, quien propuso una capitalización de sólo 100 millones de pesos (23,7 millones de euros).
El representante del Gobierno sostuvo que busca "evitar la disolución de la empresa, en virtud al alto patrimonio neto negativo que padece, que según la Auditoria General de la Nación alcanza la suma de 2.190 millones de pesos (520 millones de euros)".
"La no reintegración del capital para equilibrar el patrimonio neto negativo pone a la empresa en el estado de disolución prevista por el artículo 94 inciso 5 de la Ley de Sociedades Comerciales, que establece la imposibilidad de la continuidad de una empresa cuando está infracapitalizada", se añadió en el comunicado.
Según Llorens, "el representante de Marsans, Vicente Muñoz, efectuó la propuesta de aumentar en solo 100 millones de pesos el capital, suma absolutamente insuficiente en virtud a que el patrimonio neto negativo de ambas empresas determinado por la Auditoria General de la Nación asciende a 2.190 millones de pesos".
Esa posición "fue rechazada por el Estado y el representante del Programa de Propiedad Participada, Rodolfo Casali (representa a los trabajadores), por considerarla dilatoria y contraria a los intereses de la empresa, de los empleados y de la continuidad del servicio publico".
Marsans informó de que había convocado otra junta de accionistas para el próximo 18 de diciembre para tratar la posible capitalización de la empresa, pero Llorens dijo que impugnará esa convocatoria por haber sido convocada mediante una reunión de Directorio sin quórum suficiente.
Según Llorens, esa postura "se inscribe en la estrategia de Marsans de dilatar la única solución factible al grave desequilibrio financiero de la empresa, cual es el reintegro del capital perdido".
