ROMA, 9 Sep. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
El ministro de Trabajo, Maurizio Sacconi, ofreció hoy la mediación del Gobierno entre la nueva Alitalia --denominada Compañía Aérea Italiana (Cai)-- y los sindicatos, que ayer rechazaron el plan para reflotar la aerolínea de bandera italiana.
En concreto, los sindicatos de pilotos y asistentes de vuelo --Up, Avia, Anpav, Anpac y Sd-- rechazaron la nueva propuesta contractual unitaria al considerar que empeoraría sus condiciones laborales y la calificaron de "inaceptable".
No obstante, en declaraciones al diario 'Corriere della Sera', el secretario general de la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (Cisl), Raffaele Bonanni, aseguró que firmará el acuerdo, ya que "la prioridad es evitar la quiebra de Alitalia y salvar 20.000 trabajadores".
"Estoy convencido de que se lograrán las condiciones esenciales para el acuerdo", aseguró, aunque añadió que espera que "el Gobierno y los empresarios implicados en esta operación satisfazcan" algunas condiciones, como "el vínculo contractual" de un mínimo de cinco años de duración y el compromiso a impedir que un eventual socio internacional pueda quedarse con la compañía.
Por su parte, el ministro de Trabajo, Maurizio Sacconi, intentó rebajar la tensión considerando que "no se debe dramatizar" ya que, esta situación "es producto del debate directo entre las partes" y "una discusión normal".
Con todo, Sacconi se mostró "optimista" y confiado en que "todo se cerrará la noche del jueves", que es la fecha límite que establece el plan para llegar a un acuerdo con los sindicatos.
De ello depende, en gran parte, el éxito del plan. De hecho, hace pocos meses la oposición de los sindicatos terminó por malograr la oferta de compra lanzada por Air France-KLM.
Según el plan previsto por el Gobierno de Silvio Berlusconi, que ha elegido al banco Intesa Sanpaolo como consejero financiero, la compañía se dividirá en dos, una saneada, en la que se concentrarán los aviones, mano de obra, 'slots' y otros activos todavía rentables y, otra deficitaria, que se ocupará de gestionar la deuda y los despidos, entre otras cuestiones.
