ROMA, 31 Oct. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
El Gobierno de Silvio Berlusconi se reunirá esta mañana con el consorcio empresarial Compañía Aérea Italiana (CAI) y con los nueve sindicatos de Alitalia en un último intento para salvar el plan de reflote de la compañía de bandera italiana.
Empresarios y sindicatos rompieron ayer de modo inesperado las negociaciones con las que se disponían a cerrar el acuerdo contractual, paso previo y necesario para la presentación de una oferta de compra vinculante para Alitalia.
Según el consorcio CAI, los sindicatos habrían rechazado el contrato de trabajo porque no reúne suficientes permisos sindicales. Entre los sindicatos, en cambio, se rumorea que esto no sería más que el pretexto utilizado por los empresarios para rechazar el plan, en vistas a la última valoración realizada sobre las cuentas de Alitalia y que habría resultado más negativa de lo esperado.
Los cuatro sindicatos mayoritarios se mostraron ayer abiertos a aceptar del acuerdo, mientras que los cinco sectoriales volvieron a ser los más reticentes.
El líder de Cisl --el sindicato mayoritario que se ha mostrado más proclive al acuerdo desde el inicio de las negociaciones--, Raffaele Bonanni, pidió hoy más elasticidad a todas las partes e hizo un llamamiento al consenso. "No creo que nadie quiera acabar con un trabajo que ha requerido tanta paciencia", manifestó.
Por su parte, el consejero delegado de Intesa Sanpaolo, Corrado Passera, cuyo banco se ha encargado de las labores de consultoría, manifestó su esperanza en que, al final, haya "disponibilidad por parte de todos de recorrer el último tramo que queda del camino".
El plazo límite para la presentación de la oferta vinculante está a punto de finalizar. De hecho, el consejo de administración de CAI se reunirá esta tarde para tomar una decisión al respecto. Pero para ello, es necesario que antes, empresarios y sindicatos firmen un acuerdo sobre el contrato.
No obstante, la oferta de CAI está condicionada al veredicto final de la Unión Europea, que deberá pronunciarse sobre la compatibilidad con la normativa europea del préstamo puente que el Gobierno italiano concedió a Alitalia el pasado mes de abril.
