LISBOA, 20 Oct. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -
El ministro de Economía portugués, Manuel Pinho, ha considerado "inaceptable" el aumento del 15,7% en las tarifa eléctrica de los 5,3 millones de consumidores domésticos propuesto por la Entidad Reguladora de los Servicios Energéticos (ERSE), y ha mostrado su intención de reducir esta subida a entre el 6% y el 8% en 2007.
En una entrevista al semanario 'Sol', Pinho afirma que el Ejecutivo va a aplicar mecanismos que permitan reducir de forma "sustancial" el aumento propuesto por ERSE, aproximándolo a la media de la Unión Europea, esto es, en torno al 6% y al 8%.
El Gobierno tiene bastante limitado su campo de intervención para cambiar las tarifas de la electricidad. De hecho, solamente dispone de competencias para intervenir en la definición del precio de referencia de la energía y en los costes globales del sistema. Por ello, según especialistas del sector, una actuación para impedir el aumento de las tarifas limitaría la implantación real del mercado libre de la electricidad que inició su trayectoria el mes pasado para los consumidores de baja tensión.
Los costes de energía representan el 60% del valor de las tarifas, por lo que para reducir ese valor el Ejecutivo tendrá que intervenir en los contratos de adquisición de energía.
Para ello tiene dos opciones: puede intentar convencer a las empresas para que reduzcan sus beneficios y reciban menos dinero del Estado, o puede aplicar el decreto Ley aprobado en el Gobierno anterior, presidido por el actual presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que prevé una operación de ingeniería financiera que altera el perfil financiero de los contratos, que solamente comenzarían a pagarse a partir de 2011.
En opinión de varios especialistas consultados por 'Jornal de Negocios', es "difícil" que se concrete la primera opción, ya que las empresas no quieren perder ingresos. Respecto a la segunda hipótesis, que hasta ahora nunca fue aplicada, serviría solamente para aplazar el problema ya que solamente permite una reducción inmediata.
Otra opción que maneja el ministro de Economía para reducir las tarifas es renegociar las rentas que se le pagan a los municipios por el paso de líneas eléctricas por sus terrenos. Según las cuentas de ERSE, el peso de esas rentas será en 2007 de 233 millones de euros. El problema está en que para alterar esos contratos es necesaria la aprobación en el Parlamento. Sin embargo, ésta es el único ámbito en el que el Gobierno puede intervenir para reducir las tarifas sin intervenir en la liberalización del mercado, ya que los costes de distribución es una actividad regulada.
La propuesta de ERSE de aumentar en un 15,7% las tarifas eléctricas debería ser aprobada por el Consejo Tarifario el próximo 15 de noviembre. El organismo regulador justificó este aumento con la recuperación parcial del déficit tarifario de 2006, que asciende a 399 millones de euros, y con la regularización parcial de los subsidios cruzados.
Las tarifas de venta a clientes finales va a sufrir un aumento global del 12,4%, en el total de varias tensiones, siendo los clientes finales en de baja tensión menor a los 20,7 KW los que van a registrar la mayor subida, del 15,7%. Para los consumidores domésticos con potencias contratadas superiores a los 20,7KW, el aumento será del 8,9% y para los de baja tensión especial será del 7,7%.
A pesar de estos aumentos, ERSE asegura que en 2007 el aumento real de las tarifas debería ser del 18,7% y los consumidores de baja tensión deberían pagar un 22,7% más en vez del 15,7% propuesto.
