Economía/Empresas.- KPMG alcanzó en España una facturación récord de 252 millones en 2007, un 18,4% más

Actualizado: miércoles, 6 febrero 2008 13:51

Prevé un incremento de la facturación del 15% en 2008 y advierte de que el entorno financiero "ha cambiado".

MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

La firma KPMG registró una cifra de negocio de 252,3 millones de euros durante su último ejercicio fiscal, finalizado el 30 de septiembre de 2007, lo que supone un incremento del 18,4% respecto al mismo periodo del año anterior y la mayor facturación en la historia de la división española de la firma de servicios profesionales.

En rueda de prensa, el presidente de KPMG en España, John Scott, señaló que durante el primer trimestre del actual ejercicio fiscal (septiembre-diciembre) la facturación mantuvo un crecimiento del 20%. Para el conjunto del ejercicio, la firma maneja una previsión de crecimiento del 15%, un objetivo ante el que Scott se mostró "muy optimista", a pesar del entorno económicamente cambiante, gracias a la "experiencia y flexibilidad" de la firma.

Las auditorías supusieron un año más el mayor aporte a la cifra de negocio, con 99,9 millones de euros, un 17,37% más, impulsado, según explicó Scott, por los servicios relacionados con los cambios regulatorios en materia contable y, en especial, la entrada en vigor del nuevo Plan General Contable.

En la actualidad, KPMG presta servicios en España al 94% de las empresas del Ibex 35, y no descartó que este porcentaje aumente a lo largo del presente ejercicio en lo referido a las auditorías, campo que, según Scott, no se ha visto afectado sustancialmente por la crisis financiera y los últimos escándalos empresariales. "Nada ha cambiado en el enfoque de las auditorías", señaló.

No obstante, destacó el repunte en la demanda de servicios relacionados con la gestión de tesorería, debido a interés de las compañías por reforzar sus mecanismos de control de riesgos.

KPMG ABOGADOS, EL MAYOR CRECIMIENTO.

El área de servicios de asesoramiento de negocio aumentó un 14,4% su negocio, hasta los 41,5 millones de euros, gracias a los cambios que las empresas han tenido que hacer en sus mecanismos de control de riesgo financiero, derivados de los programas Basilea II y Solvencia.

El mayor crecimiento durante el último ejercicio lo registró el despacho de abogados, con 57,3 millones de euros, lo que supone un incremento del 22,83% respecto a 2006 y un 22,7% del total de la facturación de KPMG en España. Scott justificó este dato por el posicionamiento del bufete "como referente" en el mercado de fusiones y adquisiciones, en asesoramiento como tributación internacional y, especialmente, en materia de precios de transferencia.

LA PLANTILLA CRECERÁ EN 450 PERSONAL.

Los servicios de asesoramiento financiero registraron un crecimiento del 19,08% respecto al año anterior, con una cifra de negocio de 53,6 millones de euros gracias, ante todo, al posicionamiento estratégico de la firma como asesor en procesos de fusiones y adquisiciones, así como de las operaciones de capital riesgo y 'due dilligence'.

La plantilla de la compañía creció un 10,7% durante este último ejercicio, con 2.250 empleados repartidos entre las 16 oficinas en España. En este sentido, Scott avanzó que KPMG en España espera contratar 800 nuevos empleados a lo largo de este año fiscal, lo que supondría un incremento neto de 450 nuevos profesionales, descontado las bajas.

SE TARDA MÁS EN CERRAR LAS COMPRAS Y FUSIONES.

John Scott reconoce que el entorno financiero "ha cambiado", si bien señala que "sigue habiendo ganas de hacer cosas" en lo que se refiere a compras y fusiones de empresas. "El número de operaciones está en línea con el de hace un año --aseguró--, si bien ahora se emplea más tiempo para cerrarlas" debido a las crisis de liquidez derivada de la crisis suprime.

Respecto a la actividad del capital riesgo, un sector destacado dentro del mercado español por gran número de empresas de mediano tamaño, Scott no considera que la financiación vaya a suponer un factor de freno, si bien advirtió de la reducción de los precios, algo que puede hacer más reticente tanto a los vendedores como a las propias compañías de 'private equity' a la hora de desinvertir.