Asegura que "regalará" los terrenos afectados si se cambia el trazado y creará "19.000 empleos"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente el Grupo Villar Mir, Juan Miguel Villar Mir, garantizó hoy que modificar el actual trazado del AVE entre Santiago y Ourense para salvar la mina de Serrabal, entre los municipios de Vedra y Boqueixón, "es absolutamente compatible" con el "plazo más optimista" para la llegada del tren de alta velocidad a Galicia, el año 2012.
En rueda de prensa, Villar Mir precisó que el retraso iría de "cuatro -si no hace falta una nueva declaración de impacto ambiental- a seis meses", por lo que, "poniéndose a ello", con una ejecución de 24 meses, se podría acabar el tramo afectado a finales de 2010. "Sobra tiempo y es reversible modificar el actual trazado e ir al proyectado en 2001 por el Ministerio de Fomento", insistió.
El máximo responsable del grupo que explota el yacimiento, al que calificó como "el del cuarzo más puro del mundo", aseguró que renunciará a cualquier indemnización y "regalará" los terrenos de esta concesión afectados si se varía el trazado y se desplaza un máximo de 500 metros, tal y como se preveía en 2001.
Asimismo, recordó que "una modificación" del trayecto "es algo que pasa con frecuencia" y puso como ejemplo los que sufrió el AVE gallego en Vigo y en Pontevedra, e incluso en la misma línea de Serrabal, en la de Santiago-Ourense, a la altura de la capital ourensana.
Villar Mir también se desmarcó de las movilizaciones de los trabajadores para impedir que el Adif tome posesión de los terrenos afectados y añadió que "no han comenzado las expropiaciones" en el yacimiento, sino tan sólo "los trabajos previos". "Los sindicatos están en su derecho y hacen lo que creen que deben hacer", dijo.
CONSENSO DE TODOS LOS PARTIDOS.
El empresario reiteró en varias ocasiones que existe bastante consenso para salvar Serrabal y leyó el acuerdo parlamentario unánime al que llegaron el 27 de junio de 2007 PP, PSOE y BNG para compatibilizar los empleos y el AVE.
Igualmente, aportó un informe de los ingenieros del grupo que contradicen el de la Universidad de Oviedo -que afirmó desconocer y en el que se basa el Gobierno para no variar el trazado- y afirmó que si no se varía el trazado "se destruirá el 80% del cuarzo de más calidad para construir placas solares-fotovoltaicas".
Así, indicó que Serrabal es importante para la Costa da Morte, pues de esta mina dependen las fábricas de Ferroatlántica de Cee y Dumbría, además de la de Sabón, donde ya se está invirtiendo para poder tratar este silicio. "La factoría de Sabón produce 30.000 toneladas al año y, de éstas, 6.000 serían de calidad solar-fotovoltaica si se cambia el trazado, con lo que sería líder en el mundo de un producto cuya demanda crecer cada año un 30%", destacó.
"Permitiría que cada año se estableciesen grandes paneles de una potencia de 1.200 megavatios, 1,2 veces la de una central nuclear de máxima potencia. Además, para completar la cadena desde la materia prima al final se invertirían 2.300 millones y se generarían 19.000 empleos", subrayó.
Tras esta cuantificación, advirtió de que el mantenimiento del actual trazado "implicaría la desaparición completa del proyecto fotovoltaico para Galicia o su reducción a un tamaño pequeñito", aunque garantizó los actuales empleos de las fábricas de Cee, Dumbría y Sabón, así como los de Serrabal, si puede explotar todo el terreno que esté a más de 100 metros del AVE.
VIABILIDAD DE LA MINA.
Además, indicó que con este trazado "se perderían 145 millones de toneladas de recursos, el 59% de todo el cuarzo de Serrabal" y tan sólo habría reservas "para asegurar 20 años las fábricas de Cee-Dumbría y Sabón". Añadió que en caso de salvar la mina la viabilidad de la misma sería "de 109 años, prácticamente la eternidad".
Villar Mir no quiso pronunciarse por las declaraciones del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, en las que atribuyó al empresario "responsabilidad" en las protestas de los trabajadores de Serrabal, lamentó la falta de diálogo del Gobierno y reiteró su oferta de negociación para "salvar" Serrabal, pues concluyó que no existe un yacimiento igual en el mundo.
Finalmente, dio por hecha por "silencio administrativo" la prórroga por 30 años de la concesión a Ramsa -del Grupo Villar Mir- para explotar Serrabal, tras concluir a principios de año. Concluyó que envió nueva documentación por requerimiento de la Xunta, como siempre hace, pero descartó que esté en cuestión la renovación de la concesión.
